Al menos cuatro personas han fallecido a causa de los incendios que desde hace dos días azotan la costa sur de Turquía y afectan ya a 21 de las 81 provincias del país.

Desde el miércoles se han declarado 63 incendios, anunció el ministro de Agricultura, Bekir Pakdemirli.

La muerte hoy de un joven que quedó atrapado entre las llamas cuando intentaba ayudar a los bomberos en Marmaris, en la provincia de Mugla, se sumó a la de otras tres personas que fallecieron ayer en la provincia de Antalya, una de las zonas más turísticas del país, informaron los medios locales.

Los fuegos han arrasado decenas de hectáreas de bosques y terrenos agrícolas, causando la muerte de más de mil cabezas de ganado, y obligado a evacuar numerosos pueblos y áreas residenciales.

Las autoridades turcas están investigando la zona y, ante el elevado número de focos que se produjeron casi de forma simultánea, no descartan que se trate de un «sabotaje» con incendios provocados.

«Hay varias especulaciones sobre los incendios. Repetiré lo que dije desde el principio. La investigación está en curso y cuando tengamos hallazgos concretos lo revelaremos», declaró Pakdemirli.

El principal partido opositor en Turquía, el socialdemócrata CHP, descartó que se trate de un sabotaje tras hablar con el ministro del Interior, Süleyman Soylu.

«(Soylu) Dijo que no se tienen indicios de que los incendios se deban a un sabotaje. Podrían haberse producido por las altas temperaturas», señaló Engin Özkoç, diputado del CHP.

Por el momento, una persona ha sido detenida en relación con los incendios en la provincia de Mersin, sin que las autoridades hayan revelado más detalles.