Un ‘hat trick’ de la danesa Caroline Moller en la primera parte sentó las bases de la cómoda victoria del Real Madrid contra el Breidablik islandés (5-0) en su estreno como local en la fase de grupos de la Liga de Campeones femenina de fútbol.

Comenzó el conjunto blanco decidido a marcar pronto para evitar sorpresas. Y solo tardó cinco minutos en hacerlo. Lo consiguió la propia Moller, que tras un primer aviso recibió un buen pase entre líneas desde la derecha de la mexicana Kenti Robles para controlar con delicadeza y definir con contundencia.

Fue el primer compás de su recital particular. Deseosa de más, envió fuera el esférico después de una buena combinación con Athenea y acto seguido se quedó a centímetros de superar a la portera en un mano a mano. La suerte que le faltó ahí la tuvo cerca del minuto veinte, cuando le cayó en los pies un balón sacado bajo palos por una defensa rival para definir posteriormente con tranquilidad.

Le quedaba aún dinamita para más a la danesa, que poco antes del descanso puso la guinda a una gran jugada colectiva que nació en una pared de Kenti Robles con Lorena Navarro y siguió con una nueva asistencia de la mexicana culminada en el corazón del área.

De vuelta al verde, siguió el festival. Y se unió a él Olga Carmona, que recién ingresada en el terreno de juego ganó un esférico en la presión y, con la ayuda en el pase de Moller, anotó el cuarto gol de la noche.

Pese a la cómoda ventaja, no se arrugó el anfitrión consciente de que el número de goles a favor puede resultar a la postre decisivo para sellar el primer puesto. Y tuvo Nahikari la opción de ampliar la renta, primero en un tiro que rozó el larguero y luego en un cabezazo en posición cómoda que le salió demasiado flojo.