Bajo fuertes medidas de seguridad, personal de ICA Fluor retornó a sus laborar en las instalaciones de la refinería de Dos Bocas, luego de tres días de manifestaciones y enfrentamientos con la policía estatal, que dejó como saldo cuatro lesionados.

En tanto, la empresa puso sobre la mesa un ultimátum a sus trabajadores: quien no esté de acuerdo con las condiciones laborales (que están por arriba de las de mercado), “que se vaya del proyecto”.

Según constató el diario El Universal Altos funcionarios del sector energético con conocimiento del conflicto laboral revelaron que hasta el momento “no se está separando a nadie por la supuesta solicitud de incremento de salario y mejora de las condiciones laborales”.

Sin embargo, revelaron que la constructora está dispuesta a que se vayan trabajadores si no les satisfacen las condiciones económicas y lo que ofrecen.

Para ingresar, ayer a los trabajadores les volvieron a entregar sus credenciales que los acreditan como empleados. Quienes se manifestaron y exigieron un incremento salarial y mejores condiciones laborales hace unos días, acudieron al llamado que la noche del jueves les hizo ICA Fluor, a través de un video, en el que los invitaba a presentarse este viernes y que se les pagarían los días no laborados.

Desde las seis de la mañana, los trabajadores estaban en la entrada principal, la cual fue blindada por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana y la Marina.

La vigilancia se redobló, debido a que la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, ingresó como cada viernes para grabar los avances de la obra.

Ayer trascendió que 10 trabajadores habrían sido dados de baja por haber encabezado el enfrentamiento y ocasionado daños a las instalaciones, pero la empresa negó tal versión.