Con el pretexto de que desarrollaría “un mejor” papel higiénico, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) durante el sexenio de Felipe Calderón, le regaló a Kimberly Clark, empresa propiedad de Claudio X. González Laporte, la nada despreciable suma de 36 millones de pesos del erario.

González Laporte, que en 2006 fue artífice y principal promotor de la campaña “AMLO es un peligro para México”, y que tuvo un muy activo proselitismo en favor de Calderón, es padre de Claudio X. González Guajardo, feroz opositor al ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador, que hizo campaña por Margarita Zavala para la diputación y creador de la alianza “Va Por México”.

Curiosamente la dirección de Kimberly Clark no quedó en manos de Claudio, sino de su hermano menor Pablo González Guajardo, un contratista relevante en el Gobierno de Enrique Peña Nieto: recibió 2 mil 360 contratos por asignación directa, lo que demuestra que toda la familia está ligada a los negocios al amparo del poder.

Según la investigación realizada por el periodista Álvaro Delgado para el portal Sinembargo, la empresa obtuvo este millonario subsidio en 2009 a través del (Conacyt), que en ese Gobierno dirigió el actual Diputado federal panista Juan Carlos Romero Hicks, que se destaca por su férrea defensa de los intereses privados sobre los públicos, como parte de los “estímulos” que otorgó al sector privado del país

Kimberly Clark solicitó en 2009 el subsidio al Conacyt mediante el Programa de Estímulos a la Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación, creado ese año por Calderón con el nombre de INNOVATEC, mediante dos solicitudes al Conacyt para obtener los recursos, una por 26.5 millones de pesos y otra por 9.5 millones, y ambas le fueron concedidas, sin embargo, posteriormente fue sancionada en julio por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) por prácticas monopólicas contra los consumidores.