La caravana migrante avanzó ayer de Tonalá a Arriaga, en una ruta que los llevó por más de 24 kilómetros en carretera.

En medio de la tensión tras el fuerte enfrentamiento con la Guardia Nacional, los migrantes optaron por tomar tráileres, camiones y hasta camionetas particulares para trasladarse con mayor rapidez. Esto provocó que el grupo conformado por unas 3 mil 500 personas se dispersara aún más y diera oportunidad a agentes migratorios de detener a algunos.

A las 17:30 horas de ayer, un fuerte despliegue de guardias nacionales y agentes del INM se posicionó en la caseta de inspección migratoria, ubicada a cinco kilómetros de la demarcación urbana de Arriaga.

Los agentes federales detuvieron varios vehículos en los que se trasladaban los extranjeros, lo que generó un conato de enfrentamiento entre ambos bandos.

Pasados unos 30 minutos, los uniformados se retiraron del punto y dejaron avanzar al contingente que comenzó a ingresar a Arriaga, el último municipio de Chiapas antes de ingresar a territorio oaxaqueño.

Los migrantes llegaron agotados a este municipio localizado a más de 247 kilómetros de Tapachula, de donde partió este contingente el pasado 23 de octubre.

El grupo ha disminuido, tras el intento de encapsulamiento de la Guardia Nacional, que provocó la detención de un centenar de migrantes y que muchos más se dispersaran ante el temor de ser detenidos.

Hoy la caravana descansará en Arriaga y a través de su dirigente, Irineo Mujica, decidirán si toman la ruta hacia Oaxaca o Veracruz.

“Sabemos que en Oaxaca podría venirse la represión por parte de la Guardia Nacional, por eso estamos conciliando la manera en que vamos a seguir avanzando, no nos van a parar, no nos vamos a detener”.