Un hombre israelí murió hoy y otros dos resultados heridos tras ser tiroteados con arma de fuego en un asentamiento ilegal al norte de Cisjordania ocupada por atacantes palestinos, confirmó el Ejército de Israel.

La víctima mortal fue identificada como Yehuda Dimentman, de 25 años, quien fue trasladado por el servicio de emergencias Magen David Adom a un hospital del centro de Israel, donde fue declarado muerto, mientras que los otros dos resultaron levemente heridos por vidrios rotos.

El tiroteo se produjo en el asentamiento ilegal de Homesh, al norte de Cisjordania, cuando los tres israelíes se desplazaban en coche de una yeshiva (escuela judía) allí instalada, al asentamiento próximo de Shavei Shomron, donde residen las víctimas.

El portavoz del Ejército israelí, Amnon Shefler, indicó en una videoconferencia con medios que los atacantes eran palestinos que dispararon al menos diez veces con armas de fuego desde un lateral de la carretera por la que circulaba el coche.

«Hemos desplegado tres batallones, una unidad de las fuerzas especiales y una unidad de reservistas», indicó Shefler sobre el fuerte operativo de búsqueda y captura, apoyado por el Shin Bet -la agencia de seguridad interior israelí-, para encontrar a los responsables, aunque todavía no ha habido detenciones.

El primer ministro israelí, Naftali Benet, expresó en un comunicado su confianza en que «las fuerzas de seguridad pronto cazarán a los terroristas y nos aseguraremos de que se haga justicia», además de mostrar sus condolencias a la familia del fallecido.

«Aumentaremos la vigilancia y disposición para frustrar el terrorismo en Judea y Samaria (término bíblico con el que Israel se refiere a Cisjordania) , y tomaremos las medidas necesarias para enfrentar a los grupos terroristas en el área”, indicó por su parte el ministro de Defensa, Benny Gantz.

Este ataque se produce en medio de un repunte de ataques de palestinos contra israelíes, tanto en Cisjordania como en Jerusalén este ocupado, siendo el noveno en menos de un mes.

Sobre este «pico» de ataques, Shefler indicó que es «preocupante» pero que todavía es pronto para hablar de una nueva oleada de violencia, que por el momento se debe a la acción individual de jóvenes palestinos, no necesariamente vinculados a ningún grupo militante.

La semana pasada, una adolescente de 14 años de Jerusalén Este ocupado apuñaló a una residente judía de 26 años de Sheikh Jarrah, un barrio conflictivo cuyos residentes palestinos se enfrentan a órdenes de desalojo en favor de colonos.

Dos días antes, un palestino de 16 años estrelló su automóvil contra un puesto de control cerca de la ciudad cisjordana de Tulkarem, hiriendo a un guardia israelí.

El adolescente palestino murió al ser neutralizado por las fuerzas de seguridad israelíes, algo que suele ocurrir en la mayoría de los casos.

Uno de los ataques más graves ocurrió el pasado 21 de noviembre, cuando un palestino abrió fuego con un fusil semi-automático cerca del Muro de las Lamentaciones en la Ciudad Vieja de Jerusalén -en la mitad este ocupada- y mató a un joven israelí e hirió a varios agentes.

El atacante era militante del movimiento islamista palestino Hamás, aunque no actuó cumpliendo órdenes del grupo, considerado terrorista por Israel, EEUU y la UE.