Las inundaciones por las fuertes lluvias en el estado de Bahía, al noreste de Brasil, ha dejado hasta ahora 21 fallecimientos, en medio de una destrucción que avanza entre los lamentos de quienes perdieron todo.

El número de desplazados de sus hogares superó en las últimas horas de ayer los 77 mil, entre los cuales 34 mil 163 necesitaron refugio, según los datos proporcionados por el gobierno local.

Además, los municipios en emergencia aumentaron a 136 desde un centenar en la víspera, con 470 mil personas afectadas, informaron las autoridades.

El último fallecimiento fue el de un joven de 19 años, que se ahogó en el municipio de Ilhéus.

Mientras el nivel de la corriente baja en algunas zonas, donde aparecen las montañas de escombros, en otras se convierte en una amenaza: cuatro municipios (Itambé, Canavieiras, Mascote y Candido Sales) fueron alertados de posibles inundaciones por el Cuerpo Militar de Bomberos de Bahía, ante el aumento en el flujo de las aguas, debido a la apertura de compuertas, en un río del estado vecino de Minas Gerais. Los pobladores en áreas de riesgo fueron urgidos a evacuar.

Los bomberos de Bahía monitorean al menos diez presas con riesgos de rompimiento en distintos ríos con caudales por encima de los niveles normales.

El presidente Jair Bolsonaro habilitó ayer un crédito extraordinario de 200 millones de reales (36 millones de dólares) para la reconstrucción de infraestructura en carreteras afectadas por las lluvias en cinco estados, incluyendo Bahía, que se lleva la mayor parte (80 millones).

En total, 40 carreteras estatales sufrieron daños como consecuencia de las lluvias.

Pero el gobernador Rui Costa, del opositor Partido de los Trabajadores (PT), consideró “insuficiente” la medida y pidió “más recursos” para paliar la situación de crisis.