Estados Unidos planea con sus aliados restringir la venta de productos tecnológicos a Rusia, esenciales para el desarrollo de muchas de sus industrias, dentro de las medidas sancionadoras que prepara en caso de una eventual invasión de Ucrania.

Según explicaron este martes altos funcionarios de la administración estadounidense en una llamada con periodistas, el control de la exportación de este tipo de productos es una de las principales herramientas que se preparan y afectaría a sectores de gran importancia estratégica para el presidente ruso, Vladimir Putin.

Las mismas fuentes confirmaron que Estados Unidos trabaja también con sus aliados europeos en la búsqueda de mercados de gas y petróleo alternativos al ruso para proveer a Europa.

En ambos casos, según recalcó uno de los funcionarios, las medidas son mucho más duras que las tomadas en 2014 tras la anexión rusa de Crimea, ya que harían que la economía rusa fuera «aún más precaria» y acabarían con las aspiraciones de Putin de ejercer su influencia en el escenario mundial.

Sobre las restricciones a la exportación de bienes tecnológicos, aseguraron que supondrían un «golpe» importante para Putin en su afán de aumentar la capacidad tecnológica e industrial de la economía rusa y diversificarla para no ser tan dependiente del gas y del petróleo.

Las limitaciones afectarían áreas como la industria aeroespacial y de defensa, la robótica o la inteligencia artificial.

Según los funcionarios estadounidenses, esta medida no afectaría a la cadena de suministro mundial porque son Estados Unidos y sus aliados los que fabrican este tipo de productos que no llegarían a Rusia y que Putin no podría reemplazar buscando otros alternativos.

La elección de estos sectores, añadieron, es deliberada porque Rusia sabe que solo puede encontrar estos productos en los mercados que le negarían el acceso.

En cuanto al gas natural y al petróleo, se está trabajando con grandes productores de todo el mundo para comprobar su capacidad y su disposición a proveer de gas natural a los compradores europeos.

Según subrayaron, dos tercios de las ganancias por exportación de Rusia provienen del gas y del petróleo, por lo que cortar el grifo de este mercado también le afectaría sobremanera.

Explicaron que esperan estar preparados, en caso de una invasión eventual de Ucrania, para asegurar el abastecimiento europeo ante una potencial situación de escasez.

Lo que se busca, recalcaron los funcionarios estadounidenses, es estar preparados ante un posible escenario de conflicto en el que el abastecimiento fuese limitado, de forma que se pudiese responder a la demanda en días o semanas y no meses.