La tasa de inflación en México se ubicó en enero en un 7,07 % anual, un dato que refleja una ligera desaceleración pero que preocupa a especialistas porque el «medular» índice subyacente alcanzó un nivel de 6,21 %, el mayor desde septiembre de 2001.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) avanzó un 0,59 % mensual en enero, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Aunque los precios siguen en ascenso, la tasa de inflación general hila dos meses de caída, tras alcanzar un nivel histórico de 7,37 % en noviembre y cerrar 2021 en 7,36 %, sus mayores registros en 20 años.

«Gracias al componente no subyacente, la inflación general tuvo un descenso, en tanto que la inflación subyacente (que no incluye productos de alta volatilidad) alcanzó niveles no observados en dos décadas», advirtió Julio A. Santaella, presidente del Inegi, en Twitter.

Inflación «medular»

El alza de precios de este enero contrasta con el del mismo mes de 2021, cuando el IPC tuvo un aumento mensual del 0,86 %, con lo que la inflación interanual quedó entonces en el 3,54 %, la mitad de lo de ahora.

En particular, preocupa el índice subyacente, que creció un 0,62 % y es considerado «la parte medular de la economía» por eliminar artículos de alta volatilidad, advirtió Gabriela Siller, directora de análisis económico del Banco Base.

“Una buena parte de la inflación es importada por las disrupciones en la cadena de suministro, escasez de productos y alzas en los precios de los energéticos», expuso Siller a Efe.

Aunque se esperaba que fuese transitoria, la analista advirtió que «la alta inflación ha sido tan transitoria como la pandemia» de covid-19.

Para que ceda, la economista considera que será necesaria la normalización de las cadenas de suministro a nivel internacional y que la pandemia deje de ser tan disruptiva.

«De hecho se estima que al menos en el primer semestre la inflación en México continuará por encima del 6 % y que empiece a ceder de manera significativa en el último trimestre del año», apuntó Siller.

Presión a Banxico

El dato se revela un día antes de la anticipada decisión monetaria del Banco de México (Banxico), donde debutará la nueva gobernadora Victoria Rodríguez, nombrada por el presidente Andrés López.

La inflación es más del doble de la meta de 3 % del Banxico, que ha respondido con cinco aumentos consecutivos de la tasa de interés, ahora situada en 5,5 %.

«Debido a las presiones inflaciones, se espera que el Banco de México suba su tasa de interés el próximo 10 de febrero y que después le siga el paso la Reserva Federal en Estados Unidos (Fed)», comentó Siller.

Con esta tendencia, añadió la analista, «la tasa de interés en México pudiera terminar este año en un nivel de 7 %, que es la tasa de la que partió en marzo 2020, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al covid-19 como pandemia».

Precios altos

Los productos agropecuarios y las mercancías impulsaron la inflación de enero, según los datos del Inegi.

Dentro del subgrupo de bienes y servicios subyacentes, las mercancías aumentaron un 0,99 % mensual y un 7,86 % anual, mientras que los servicios crecieron un 0,19 % en el mes y un 4,35 % en el año.

En los no subyacentes, los agropecuarios aumentaron un 0,14 % respecto al mes anterior y un 15,32 % anual.

«Los alimentos y bebidas no alcohólicas presentaron una variación anual de 11,91 % y, si a esto le sumamos la inflación en transporte, 7,59 % en el mismo periodo, nos damos idea del peso sobre las familias de la cuesta de enero», advirtió la asociación económica «México ¿Cómo vamos?» en un reporte compartido con Efe.

Como emblema del problema, el imprescindible limón de la cocina mexicana fue el producto genérico de mayor incidencia en enero de 2022, cuando subió 68,77 % en el mes.

La organización consideró el fenómeno «alarmante» al citar que en México el 40,7 % de la población está en pobreza laboral, es decir, que su trabajo no le alcanza para satisfacer las necesidad básicas.