El Banco de México (Banxico) elevó su tasa de interés de referencia en 50 puntos base a 6 por ciento ante el alza de la inflación, se trata de la primera decisión de política monetaria en 2022, y con Victoria Rodríguez Ceja al frente de la Junta de Gobierno.

Este incremento en la tasa de interés es el sexto de forma consecutiva y el segundo en una magnitud de 50 puntos base y estuvo a favor la gobernadora del Banxico, Victoria Rodríguez, así como los subgobernadores Galia Borja, Irene Espinosa y Jonathan Heath, mientras que Gerardo Esquivel votó por un incremento de 25 puntos base.

De acuerdo con el anuncio de política monetaria del Banxico, la inflación global siguió aumentando, presionada por los cuellos de botella en la producción, la recomposición del gasto hacia mercancías, los elevados precios de alimentos y energéticos, así como la recuperación de algunos servicios.

En los mercados financieros nacionales, el banco central refirió que la información oportuna indica que la actividad económica se contrajo ligeramente en el cuarto trimestre de 2021, se mantuvieron amplias condiciones de holgura, con marcadas diferencias entre sectores y las presiones inflacionarias han sido de magnitud y duración mayor a la anticipada.

Así, abundó, las inflaciones anual general y subyacente, en enero, se ubicaron en 7.07 y 6.21 por ciento, respectivamente y sus expectativas para 2022 y 2023 volvieron a incrementarse, mientras que las de mediano plazo disminuyeron ligeramente y las de largo plazo se han mantenido estables en niveles superiores a la meta.

En este contexto, indicó el Banxico, los pronósticos de inflación general y subyacente se revisaron al alza, especialmente para 2022 y el primer trimestre de 2023, pues ahora se prevé que sus mediciones anuales converjan a la meta de 3 por ciento hacia el primer trimestre del próximo año.

Destacó que los principales riesgos para la inflación se relacionan con presiones inflacionarias externas, presiones de costos, persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, depreciación cambiaria y aumentos de precios agropecuarios y energéticos.