Las víctimas mortales tras el deslizamiento de tierra ocurrido el martes en la provincia de Pataz, región de La Libertad, al norte de Perú, ascienden a cuatro, tres hombres y un bebé, según confirmó este miércoles el cuerpo de bomberos, que está trabajando en la zona declarada de emergencia.

La primera víctima confirmada fue un hombre de 68 años, luego se reportó el hallazgo del cuerpo de un hombre de 38 años y un bebé, que se encontraban abrazados entre los escombros del mercado, y por último de otro hombre de 60 años atrapado en su habitación.

Además, la oficina de la Presidencia de la República informó que uno de los heridos por el gran deslizamiento de tierra fue un joven de 18 años que este miércoles fue trasladado para recibir atención especializada a la ciudad de Trujillo, acompañado por el presidente, Pedro Castillo, quien viajó a Retamas, la localidad donde ocurrió el accidente, para mostrar su apoyo a la comunidad.

El martes se produjo el derrumbe de un cerro, lo que provocó el sepultamiento de decenas de viviendas en la localidad minera de Retamas, perteneciente a la provincia de Pataz, situada a unos 900 kilómetros la norte de Lima.

El ministro de defensa, José Gavidia, informó a primera hora de este miércoles que el número de desaparecidos eran ocho, pero con el hallazgo de los fallecidos, esa cifra se reduce a la mitad.

Gavidia también corrigió el número de viviendas afectadas por el deslizamiento, después de los informes iniciales que reportaban entre 60 y 80, pero que finalmente han sido siete casas sepultadas por lodo y tierra.

Unas 70 personas han sido evacuadas de sus hogares debido al riesgo de que el deslizamiento continúe, según el ministerio, y las labores de rescate continuarán por parte de un equipo de bomberos, la policía y trabajadores de la mina de la zona.

Visita del presidente

El presidente de Perú, Pedro Castillo, se desplazó este miércoles a la zona afectada donde pudo sobrevolar el área e informarse de las labores de los equipos de emergencia, así como mantener un encuentro con la población local.

El mandatario anticipó que Retamas sería declarada como zona de emergencia y así darle «todo el respaldo», lo cual se confirmó en Consejo de Ministros horas después.

«Cómo no estar en el lugar donde el pueblo necesita a sus autoridades, es nuestra responsabilidad como gobierno. Hay familias que están esperando que alguien venga al rescate y estas familias no solo han perdido la vida, lo han perdido todo», dijo Castillo en Retamas.

El jefe de Estado también se dirigió al ministro de vivienda, al alcalde distrital y al gobernador regional para que trabajen en un desarrollo sostenible de la localidad, porque «no podemos tener un pueblo así», refiriéndose a la mala situación de la carretera y a la falta de un centro de salud.

Además, miembros de la comunidad minera de Retamas pidieron al presidente más recursos en salud y educación y mejores medios ya que varias zonas del distrito no tienen agua potable y los servicios sanitarios más cercanos están a kilómetros de distancia.