A cambio de que Chihuahua colabore con detener el flujo de migrantes, el gobernador de Texas, Greg Abbott, levantó las medidas de revisión que había impuesto a las cargas comerciales provenientes de México y que cruzan por la frontera existente entre ambos estados.

Este jueves, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, y Greg Abbott firmaron un acuerdo de entendimiento que incluye cuatro compromisos, uno de ellos establece que los estados de Chihuahua y Texas “trabajarán de manera colaborativa para detener el flujo de migrantes procedentes de más de 100 países que ingresan a Texas, de manera ilegal a través de Chihuahua, incluyendo la provisión de recursos para responder a las áreas de conflicto según las vaya identificando el Departamento de Seguridad Pública de Texas”.

También se acordó que el estado de Chihuahua seguirá incorporando tecnologías como drones para patrullar la frontera, bases de datos con inteligencia artificial por medio del registro de licencias de conducir, así como filtros biométricos para asegurar la captura de líderes de carteles.

Además, Chihuahua deberá “continuar realizando mayores medidas de seguridad en su frontera, tanto en los puertos de entrada y a lo largo del Río Grande (Río Bravo, del lado mexicano) para prevenir la migración ilegal desde Chihuahua hacia Texas”.

Campos Galván también dijo que Chihuahua incluirá la implementación de Plataforma Centinela, la cual es una inversión tecnológica de casi 200 millones de dólares que permitirá a la Policía estatal de Chihuahua rastrear vehículos desde el momento en que salen del parque industrial en Juárez, hasta que crucen la frontera hacia Texas.

Otros de los acuerdos son que ambos estados van a trabajarán para asegurar que los vehículos que crucen un puerto de entrada internacional cumplan las normas de seguridad aplicables a cada estado y también para reducir el tráfico de personas y contrabando del fentanilo y otros narcóticos

El acuerdo de entendimiento de Chihuahua se suma al logrado por el gobierno de Nuevo León, luego de que el viernes pasado el Departamento de Seguridad Pública del Estado de Texas empezó revisar todos los tractocamiones que cruzan por los puentes internacionales que están en esa entidad federativa de Estados Unidos, lo que provocó tiempos excesivos en el cruce de las mercancías, al menos 10 horas más de lo que regularmente tardaban las exportaciones.

Al parecer, las revisiones implementadas por Abbott responden a la cancelación del llamado título 42 -una medida que prohíbe el ingreso de solicitantes de asilo y migrantes bajo el argumento de que es necesario frenar la propagación de covid-19 en Estados Unidos y que quedará derogada a partir del próximo 23 mayo-, y se pretendía presionar al presidente de Estados Unidos Joe Biden y a los gobernadores de las zonas fronterizas mexicanas.

En conferencia de prensa conjunta con su homólogo estadunidense, Campos Galván confirmó que Chihuahua acordó colaborar con el Departamento de Seguridad Pública de Texas y Abbott dijo que la policía estatal ahora podría regresar a las inspecciones aleatorias en la frontera de Texas.

El endurecimiento de las medidas de seguridad por parte del gobierno de Texas estaba poniendo en riesgo la llegada de inversiones al estado de Chihuahua y amenazaba con la generación de paros técnicos en la industria maquiladora ante la falta de insumos.

En un comunicado difundido esta tarde por integrantes de la comunidad dedicada al comercio exterior, se señaló que el endurecimiento de las revisiones puso en riesgo la cadena de suministros de alimentos, automotriz, tecnología y médico, y pudo provocar un colapso en el comercio internacional transfronterizo.

Los empresarios -que representan seis cámaras de comercio- también agradecieron la intervención de la gobernadora Campos Galván.

Otros estados afectados son Tamaulipas y Coahuila, quienes aún no llegan a un acuerdo con el gobernador texano Abbott.