La Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés) de EE.UU. dio la razón a los trabajadores de varias cafeterías de Starbucks en Buffalo (Nueva York) que denunciaron una «campaña» de acciones por parte de la empresa en represalia por sus intentos de sindicarse.

Según divulgó el viernes a última hora Workers United, el sindicato elegido en los establecimientos de Buffalo, la agencia federal -que autoriza la formación de organismos gremiales y ejerce de árbitro en casos de derechos laborales de los trabajadores- ha reconocido sus alegaciones.

La dirección regional de NLRB emitió el viernes una queja formal que recoge decenas de alegaciones contra Starbucks, que se resiste a la sindicalización de sus trabajadores en la línea de otras grandes corporaciones estadounidenses, como Amazon.

Los trabajadores de Starbucks se han organizado sindicalmente en medio centenar de locales a lo largo de EE.UU., han votado en contra en otros seis y tienen pendiente votar o contabilizar sus votos en decenas más de establecimientos.

En el documento de 45 páginas, el árbitro federal acusa a la famosa cadena de cafeterías de «prácticas laborales injustas» como despidos en medida de represalia, cierre de tiendas favorables a sindicarse, amenazas, vigilancia e intimidación, resumió Workers United en una nota.

La autoridad exige que la empresa reincorpore y compense a siete trabajadores despedidos por su actividad sindicalista al oeste del estado Nueva York, algo aplaudido por Workers United y por uno de los afectados, Danny Rojas, exsupervisor y líder sindical de una cafetería de Buffalo.

«Es decepcionante que Starbucks haya rechazado trabajar con sus socios y en su lugar elija despedir a líderes sindicales como yo. Hoy la NLRB valida que la guerra psicológica y las tácticas de intimidación que tuvieron lugar en tiendas de Starbucks fueron inaceptables», escribió Rojas en la nota.

Esta semana, Starbucks anunció que destinará 1.000 millones de dólares para, entre otras cosas, subir el sueldo a sus trabajadores, pero advirtió que no incluirá a los empleados de las cafeterías que se han sindicalizado o que están en proceso de hacerlo.

La dirección de la empresa criticó recientemente una reunión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con líderes sindicalistas de la cadena de cafeterías y reclamó una invitación de los representantes corporativos a la Casa Blanca.