Ucrania ha iniciado una contraofensiva en la región de Járkov e Izium en un intento de forzar al Ejército ruso a frenar el avance hacia Sloviansk y Kramatorsk, los principales bastiones del Ejército ucraniano en la región de Donetsk, donde busca asegurar el control del Donbás.
«La contraofensiva ucraniana a lo largo de un amplio arco al norte y al este de la ciudad de Járkov ha ganado terreno», constató el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), en un análisis fechado este viernes.
Poner a Járkov a salvo
Esto permitiría, según los analistas, repeler a las fuerzas rusas hasta una distancia que ponga a salvo a Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, de la artillería enemiga.
El Ejército ucraniano intensificó sus acciones en el arco entre las ciudades de Járkov e Izium, donde según el Estado mayor, «el enemigo continúa bombardeando las posiciones de artillería» cerca de Járkov, mientras, las tropas rusas llevan a cabo misiones de exploración aérea por medio de drones en Izium.
Pese a ello, según el ISW, «la contraofensiva ucraniana al norte y el este de la ciudad de Járkov ha logrado avances en las últimas 24 horas», lo cual le podría permitir expulsar a la artillería rusa en esa zona.
Se trata de una operación dirigida a «asegurar un terreno clave e interrumpir las operaciones ofensivas rusas» en esta región.
«La voluntad de las fuerzas ucranianas de concentrar las fuerzas necesarias para esta escalada de operaciones ofensivas, en lugar de desplegar estas fuerzas en las defensas del este de Ucrania, muestra la confianza en su capacidad de repeler la operación rusa para cercar a las fuerzas ucranianas en Severodonetsk», constató ISW.
Los militares ucranianos denunciaron que las fuerzas rusas volaron tres puentes en las localidades de Tsyrkuny y Rusky Tyshky, al nordeste de Járkov, con el objetivo de frenar la contraofensiva.
Ofensiva rusa
Pese a la ofensiva, el Estado mayor del Ejército ucraniano constató en su parte matutino que «el enemigo no detiene la ofensiva (…) para establecer el control total sobre el territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk y mantener el corredor terrestre entre ellas y Crimea».
La entidad castrense aseguró que los miliares ucranianos rechazaron en la última jornada ocho ataques del Ejército ruso en este frente, durante los cuales destruyeron 8 tanques, 7 piezas de artillería, 7 vehículos blindados, entre otros equipos de combate.
Las fuerzas ucranianas tratan de evitar el cerco de las ciudades de Sloviansk y Kramatorsk, que podría concretarse gracias a un avance ruso desde el este, en momentos en que las milicias de la república popular de Lugansk fustigan Severodonetsk con apoyo del Ejército ruso.
El Estado mayor ucraniano constató que Rusia mantiene los ataques de artillería a lo largo del frente en las direcciones de Donetsk y Tavriya, mientras que los rusos «continúan bloqueando las unidades de las Fuerzas de Defensa en el área de la planta de Azovstal» en la ciudad portuaria de Mariúpol.
En particular, denunció nuevos intentos de tomar por asalto la acería, algo que niega Moscú, al asegurar que solo busca mantener el bloqueo de los defensores de la planta.
Ataques
Mientras, en el resto del país también se percibió el pulso de la guerra: las autoridades de Odesa, junto al Mar Negro, informaron este sábado de cuatro ataques rusos con misiles en los alrededores de la ciudad, seguidos de fuertes explosiones.
Mikoláiv, también en el sur de Ucrania, fue atacada con misiles, un destino que compartió con Sumy.
En su parte matutino el Ejército ruso aseguró haber destruido un importante arsenal de armas procedentes de EEUU y la UE y haber causado unas 280 bajas a Ucrania.
Según el mando militar, la Fuerza Aeroespacial rusa destruyó con misiles de alta precisión cinco zonas de concentración de equipamiento militar y fuerzas, además de un almacén de municiones en las cercanías de la localidad de Bajmut, en la región de Donetsk.
La aviación atacó 18 objetivos militares ucranianas, incluyendo dos puestos de control en la localidad de Skovoródnikovo de la región de Járkov, así como almacenes de armas y combustible en la localidad de Dáchnoye, en la región de Odesa, en el sur del país.
Llamadas locales
En ese contexto, las autoridades ucranianas denunciaron que en la ciudad de Jersón, controlada por el Ejército ruso, «los invasores están tomando una serie de medidas para asegurar las actividades de las fuerzas de ocupación rusas y apoyar el régimen de ocupación ruso».
Una tendencia que se observa también en las regiones del Donbás controladas por Rusia, donde las compañías telefónicas locales cambiaron hoy el prefijo de los números del +38 utilizado en Ucrania al +7 al uso en Rusia.
La iniciativa, a cargo del Ministerio de Desarrollo Digital y Comunicaciones de Rusia, y que no requerirá de un cambio de tarjeta SIM, tiene como fin poner fin al bloqueo de los números regionales por parte de las autoridades ucranianas y garantizar la comunicación con sus familiares y allegados.
«Esto fue hecho para garantizar la comodidad de los usuarios, que podrán (…) hacer las llamadas habituales en la red local republicana, al igual que antes», señaló la entidad en un comunicado.
Además, los usuarios de las repúblicas prorrusas de Lugansk y Donetsk podrán llamar a Rusia por las tarifas rusas locales, añadió el Ministerio.