La ONU condenó este miércoles el asesinato de la periodista palestina de Al Yazira Shireen Abu Akleh y exigió una investigación inmediata que garantice que los responsables no salgan impunes.

«Los trabajadores de los medios nunca pueden ser atacados», subrayó a través de Twitter el enviado de Naciones Unidas para Oriente Medio, Tor Wennesland, que trasladó sus condolencias a la familia de la reportera y deseó una rápida recuperación al otro periodista herido junto a ella.

Wennesland expresó su «condena enérgica» del asesinato y reclamó «una investigación inmediata y exhaustiva» para que «los responsables rindan cuentas».

En la misma línea, los servicios de Derechos Humanos de la ONU se declararon «consternados» por el asesinato de Akleh mientras cubría una operación militar israelí en la localidad palestina de Jenin y dijeron que tienen a personal sobre el terreno tratando de verificar lo ocurrido.

«Instamos a una investigación independiente y transparente sobre su asesinato. La impunidad debe terminarse», señaló a través de Twitter la oficina que encabeza la alta comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.

Tanto la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como la dirección de Al Yazira en Catar han responsabilizado a los soldados israelíes de la muerte de la conocida periodista, de 51 años, mientras que el Gobierno israelí acusa a palestinos armados de ser los autores del disparo mortal, aunque después el Ejército israelí ha matizado y dicho que aún no se puede determinar quién le disparó a la reportera.

Cuestionado en una conferencia de prensa sobre por qué la ONU no ha hecho ninguna referencia a la autoría del disparo, el portavoz Farhan Haq dijo que la organización prefiere esperar a que haya resultados de una investigación.

La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas y presidenta de turno del Consejo de Seguridad, Linda Thomas-Greenfield, también reclamó una «investigación transparente» y confió en que israelíes y palestinos participen en ella para esclarecer totalmente lo ocurrido.

«Estaba haciendo su trabajo, el trabajo que ustedes hacen cada día, y quiero expresar mis condolencias», dijo a los periodistas Thomas-Greenfield, que consideró «horrible» lo ocurrido y recordó que la víctima era una periodista «muy respetada».

El Ministerio de Salud palestino y la Media Luna Roja confirmaron desde primera hora de la mañana la muerte de Akleh y apuntaron como causa a disparos de las fuerzas de seguridad israelíes, que también habrían herido en la espalda a otro periodista, Ali Samudi, quien trabaja para el medio palestino Al Quds y cuya condición es estable.

Tanto Akleh, que trabajaba para Al Yazira desde comienzos de la Segunda Intifada, como Samudi iban debidamente identificados como prensa y protegidos con chalecos y casco mientras cubrían una redada israelí en la Cisjordania ocupada.