Tras el terremoto que sacudió el lago Baikal, en Rusia, este miércoles, no hay reportes de daños o víctimas que lamentar, reportaron las autoridades rusas.

El gobernador de la región de Angara, Igor Kobzev, dijo en su canal de Telegram que las autoridades se encuentran monitoreando la situación pero que “no se ha informado de víctimas o daños”.

“A las 20:24, se registró un terremoto en la región de Irkutsk. Muchos residentes de Irkutsk, Angara y Shelekhov sintieron temblores. Escribieron en las redes sociales que las lámparas de araña se balanceaban en sus viviendas, los platos se caían y las alarmas de los coches se encendían”.

El epicentro del terremoto se situó a 17 km de la ciudad de Bolshoy Golsne, en el río Avaksha.

Sin embargo, pese a que la magnitud fue de 8.4, en las zonas pobladas se percibió de no más de 5. De acuerdo con el Centro alemán de Investigación de Geociencias, el sismo habría tenido una magnitud de 5.1.

El Ministerio de Emergencias de Rusia aseguró que “viviendas, servicios comunales, de energía y otros lugares socialmente significativos están funcionando como de costumbre”.

El lago Baikal, que es el lago de agua dulce más grande del mundo, es de origen tectónico, situado en la región sur de Siberia, Rusia, cerca de la ciudad de Irkutsk.

El 12 de enero de 1862 tuvo lugar en el lago Baikal un devastador terremoto de magnitud 7.5 que provocó un tsunami.

El movimiento telúrico  dio lugar a la formación de una nueva bahía del Baikal con una superficie de más de 200 km2 cerca de el delta del río Selenga. Durante 1862, los efectos geológicos del terremoto fueron estudiados por los miembros de la rama de de la Sociedad Geográfica Imperial Rusa, con el resultado de que la zona inundada fue esbozada con referencia a las profundidad de la bahía recién formada.