Google tendrá que pagar 85 millones de dólares al estado de Arizona (EE.UU.) por utilizar los datos de localización de usuarios sin su permiso.

«Este acuerdo histórico demuestra que ninguna entidad, ni siquiera las grandes compañías tecnológicas, están por encima de la ley», dijo el fiscal general del estado, Mark Brnovich, en un comunicado.

Brnovich fue uno de los primeros funcionarios públicos en demandar a Google a raíz de una investigación de la agencia de noticias Associated Press que demostró que la compañía había estado engañando a sus clientes.

Los periodistas descubrieron en 2018 que, incluso cuando el usuario desactivaba la opción de guardar un registro de su localización geográfica, Google recopilaba esos datos, que después utilizaba para vender anuncios.

Desde entonces, varios estados de Estados Unidos, como Washington, Texas o Indiana, han demandado a la compañía por este mismo motivo.

El fiscal general anunció en su comunicado que la mayor parte del dinero obtenido como resultado de la demanda irá a los fondos generales del estado, mientras que 5 millones estarán destinados a programas educativos.