El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien acudió este martes en la ciudad de Santos al velatorio del tricampeón mundial Pelé, fallecido el jueves pasado a los 82 años, afirmó que el exfutbolista no murió sino que «fue para un lugar mejor».

«Pelé no murió, Pelé fue para un lugar mejor. Nosotros que somos cristianos creemos que existe un mundo mejor y fue para allá que Pelé fue y espero que él descanse en paz», afirmó Lula en un vídeo que publicó en sus redes sociales después de ir al velatorio.

Lula, acompañado de la primera dama, Rosângela ‘Janja’ da Silva, y de una comitiva oficial, estuvo durante 23 minutos en el velatorio, al que llegó una hora antes del cierre de las puertas del estadio Vila Belmiro, por el que pasaron unas 230.000 personas en 24 horas.

«Venir hasta Santos para despedirme de Pelé es una obligación, no de un presidente de la República y sí de un ciudadano, de un ser humano que adoraba el arte que Pelé producía para el mundo», afirmó.

Lula, de 77 años y gran aficionado del fútbol, se acercó a la cancha del Santos, el club donde Pelé saltó al estrellato mundial, dos días después de asumir la jefatura del Estado por tercera vez, y participó de los actos religiosos.

Para Lula, quien dejó Santos antes de que el cortejo fúnebre recorriera las principales calles de la ciudad hasta el cementerio, «Pelé, además de ser el mejor jugador del mundo, era una figura humilde y simple».

«Me gustaría que todo el mundo, a los que les gusta jugar fútbol o que quieran entrar a una cancha de fútbol, vean alguna cosa sobre Pelé, porque es una pérdida irreparable para Brasil», puntualizó el mandatario.

Este fue el primer viaje oficial de Lula dentro del territorio brasileño desde que juró como presidente del país, el pasado domingo, ante delegaciones extranjeras de más medio centenar de países, en Brasilia.

Pelé murió el pasado 29 de diciembre en un hospital particular de Sao Paulo víctima de un fallo multiorgánico derivado del cáncer de colon contra el que luchaba desde 2021.