El expresidente correísta, Jorge Glas, es uno de los 300 presos, considerados de alta peligrosidad, trasladados a la prisión de máxima seguridad de Ecuador, bautizada como la “Cárcel del Encuentro” y ubicada en la provincia costera de Santa Elena.

El envío se produjo apenas un día después de que 31 presos fueran asesinados en un enfrentamiento entre integrantes de dos bandas criminales rivales dentro de la cárcel de Machala.

La prisión fue construida por iniciativa del presidente Daniel Noboa, quien busca que la edificación sea el emblema de su política de seguridad contra líderes del crimen organizado, similar al modelo carcelario de Nayib Bukele, en El Salvador.

Al respecto, es importante señalar que el recinto penitenciario, con capacidad para 736 reclusos, fue una de las promesas de Noboa durante su campaña electoral de 2023.

La construcción comenzó en junio de 2024 con un presupuesto de 52 millones de dólares y las obras estuvieron a cargo de la empresa Puentes y Calzadas Infraestructuras, subsidiaria del español Grupo Puentes, que controla la empresa china “Road and Bridge Corporation”.

Para su vigilancia, el gobierno contratará a policías y militares retirados para que se encarguen de la seguridad, en lugar de los agentes del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la oficina del Ejecutivo encargada de administrar y custodiar las prisiones.

A través de redes sociales, Noboa dio la “bienvenida” a Jorge Glas a las nuevas instalaciones de la “Cárcel del Encuentro”.