En la Necrópolis de Giza, en las afueras de El Cairo, miles de egipcios trabajan a la sombra de las pirámides para erigir un monumento digno de los faraones.

El Gran Museo Egipcio lleva bastante más de una década en construcción y su intención es exhibir los tesoros antiguos de Egipto y atraer a turistas para ayudar a financiar su desarrollo futuro. Sin embargo, el proyecto ha sido sujeto de constantes demoras y se descartó una “apertura suave” el próximo año a cambio de una inauguración más triunfante en 2020. Mientras tanto, los costos se han disparado de los iniciales 650 millones de dólares a bastante más de 1.000 millones, la mayoría financiado por Japón.

Es el más reciente megaproyecto en ser impulsado por el presidente Abdel-Fatá el-Sisi, quien apuesta a que enormes inversiones en infraestructura reanimarán una economía debilitada por décadas de estancamiento y por la agitación que siguió al levantamiento de 2011.

El museo consta de una serie de imponentes salas de concreto que con el tiempo albergarán 50.000 artefactos, incluida la reconocida máscara de Tutankamón y otros tesoros actualmente exhibidos en el centenario Museo Egipcio de El Cairo en la congestionada plaza de la Liberación. La esperanza es que los turistas se queden un rato y compren con la moneda extranjera que Egipto necesita para apuntalar su economía.

“Es un lugar donde puedes merodear un rato para disfrutar el antiguo Egipto”, dijo el director del proyecto Tarek Tawfik en una reciente visita al sitio, que también incluye un centro de conferencias, un cine, 28 tiendas, 10 restaurantes y un hotel boutique. Desde los enormes ventanales se pueden ver las pirámides de 5.000 años y el museo exhibirá un barco de madera intacto y una imponente estatua de Ramsés II.

Los turistas regresan poco a poco a Egipto, pero la industria todavía debe recuperarse del levantamiento de 2011 que derrocó al autócrata Hosni Mubarak y abrió paso a un periodo de inestabilidad, que culminó con el derrocamiento militar del primer presidente electo libremente del país, un islamista cuyo breve mandato provocó protestas masivas.