Eugenio, un perrito en Tampico, estaba a punto de iniciar una nueva vida. Su trámite de adopción estaba completo, por lo que una familia estaba lista para recibirlo. Por ello, el día de la gran cita, Eugenio fue bañado y perfumado para tener una presentación estelar con sus nuevos dueños. Minutos antes de la hora de entrega, la familia confirmó que ya no lo querían y a Eugenio lo dejaron, literalmente, plantado.

A través de su cuenta de Facebook, “Melody Patitas” denunció el triste episodio. Todos los trámites ya estaban hechos y ya se tenía un acuerdo formal con la señora Alondra “N”. De pronto, después de que se invirtiera tiempo, esfuerzo y dinero para tener listo a Eugenio, la llamada llegó. La familia se había arrepentido.

«¡¡DEJARON A EUGENIO VESTIDO Y ALBOROTADO!! El 26 de septiembre hicimos una mini campaña de adopción. Ese día llevamos a Eugenio para buscarle un buen hogar. Nos contactó una señora de nombre Alondra «N», que según tenia la intención de adoptarlo. La citamos en el albergue, la atendimos, ese día le dedicamos a la señora hora y media de tiempo. Posteriormente nos proporciono su domicilio, y fuimos a ubicarlo. Ese día fue una hora de tiempo de ida y vuelta más la gasolina de la camioneta. En todo momento estuvimos comunicándonos con ella y siempre le preguntamos si estaba de acuerdo en la adopción. Siempre dijo que sí. Seguimos invirtiendo tiempo, dinero y gasolina. Nos dijo que se lo lleváramos el fin de semana y después nos que hoy miércoles después de las 6 de la tarde», explicó Melody Patitas a través de Facebook.

Cancelaron todo

Cuando había quedado de acuerdo para hacer la entrega, Alondra «N» volvió a llamar a Melody Patitas para decir que, al final, siempre no se quedaba con el perrito. El argumento fue increíble. «Hoy le volvemos a llamar y nos dice que nos espera después de la 6:00 pm con el perrito. Llego a casa toda carrereada y bañamos a Eugenio para entregarlo limpio, con su nexgard, uñitas recortadas, cartilla de vacunación. Le vuelvo a llamar y me dice que en 15 minutos me confirma la hora, pasan los 15 minutos y casi una hora después me dice que siempre no va a adoptarlo, porque resulta que al platicarlo con su mamá, la mamá dijo que siempre mejor no. Siempre a los adoptantes se les dice que toda la familia debe de estar de acuerdo. Tuvo 10 días para decir que la adopción no sería posible, así es que el pobre Eugenio se quedó vestido y alborotado. Bañadito y perfumado».

 

En algo que es muy frecuente durante los procesos de adopción de los perritos, las familias se emocionan al instante por tener un nuevo integrante, pero, no calculan la dimensión de la responsabilidad que están adquiriendo al tomar esa decisión. La situación de Eugenio fue uno de tantos ejemplos. Ante un paso tan importante, resulta inexplicable que la señora Alondra «N» ni siquiera lo haya consultado con su familia.