El estado de Hidalgo es, de acuerdo a la organización «México ¿Cómo vamos?», el cuarto estado más seguro del país. Cuando leemos sobre las masacres, asesinatos en serie, secuestros y enfrentamientos armados entre militares y criminales, que ocurren en estados como Tamaulipas, Guerrero o Colima, los “cristalazos” en Pachuca nos parecen simplezas.

Sin embargo, decía en su momento el alcalde de Pachuca, Ernesto Gil Elorduy, “los paraísos hay que conservarlos”, y entonces conviene recordar que Hidalgo fue uno de los dos estados más seguros del país.

El tema viene a colación por la reunión sostenida entre empresarios y los secretarios de Gobierno, Simón Pérez, y de Seguridad Pública del Estado, Mauricio Melgar, en la que los empresarios, encabezados por el presidente del consejo, Juan Carlos Martínez Domínguez, hicieron una petición y una oferta: aumentar el presupuesto oficial destinado a la seguridad pública, y colaborar con las autoridades con la instalación de videocámaras en las empresas.

Durante varios años las organizaciones empresariales han venido insistiendo en la necesidad de que se modernice la tecnología utilizada en materia de seguridad pública, más en concreto, en la instalación de videocámaras de seguridad.

El objetivo, de acuerdo a los empresarios, crear una red de videovigilancia que con un C-4 moderno, altamente tecnificado, eficiente, permita monitorear día y noche al estado y dar respuesta en unos cuantos minutos, a acciones delictivas y de violencia.

El problema… está en el C-4; en reciente visita del gobernador del estado, Omar Fayad Meneses, el mandatario tuvo que reconocer que este centro de control policial es poco menos que un desastre.

Se requieren, entonces, dos elementos básicos: la red de videocámaras y un C-4 eficiente, y lo que es lo mismo, el gran reto: dinero.

Indudablemente que alcanzar estas expectativas tan altas conllevará fuertes inversiones económicas. Por eso piden los empresarios más presupuesto a seguridad pública, y ofrecen colaborar con la instalación de videocámaras de vigilancia en sus empresas, conectadas a dicha central.

Lo importante de todo esto es que la voluntad de trabajar en conjunto existe.

Reconocido como gran emprendedor y persona inteligente, Martínez Domínguez se echó encima el reto de encontrar fuentes de financiamiento para que los empresarios puedan cumplir con su parte, y de paso, buscar también programas que ofrezcan financiamiento para instituciones oficiales en materia de tecnología de seguridad.

Más que preocupados, estamos ocupados”, afirmó Martínez Domínguez al ser cuestionado sobre los hechos delictivos que se han venido produciendo en Pachuca. Ocupados en prevenir para luego evitar el lamentarse.

Y es que con vecinos como el Estado de México… la mezcla es ya de ocupación y preocupación.

 

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