La gran diferencia entre países desarrollados y en vías de desarrollo, no es sólo en el ámbito monetario, sino en la forma de hacer política, a su vez, alimentado por un elevado grado de mejora en la cultura. Ejercen la cultura participativa, también son partidarios a la legalidad. Es decir, se apegan a normas, leyes e instituciones. En los procesos electorales para elegir a sus gobernantes no les es permitido hacer propaganda política adelantada, son apegadas a lo estatuido por reglas jurídicas y por organismos encargados para realizar dichas elecciones. Además, tienen objetivos específicos.

Los candidatos de sociedades desarrolladas presentar alternativas para impulsar la economía, conducir a la sociedad hacia practicas innovadoras de participación ciudadana, acciones de gobierno eficientes para llevar a cabo programas sociales realistas, política exterior delimitan relaciones entre otras naciones. Sus candidatos no están obsesionados en la búsqueda del poder por el poder,  sino en beneficio a su país.

En tanto, los países en vías de desarrollo existen escasa obediencia a la legalidad, chantaje a las instituciones electorales, suplicando la voluntad general por los contendientes quebrantados, solicitando el triunfo por ser víctimas del sistema al cual ellos son parte, ausencia de debate político de parte de los contendientes, lo que escenifican encuentros entre los antagonistas son más las acusaciones, ausencia de propuestas de gobierno en el supuesto de ser favorecido por el sufragio de los electores.

Previo a las elecciones adelantan quejas, es común escuchar algunos líderes de partidos lamentar la práctica de actos antidemocráticos, también, tal aseveración es dicho por aspirantes castigados con voto de los electores.  Los electores no dan sus votos para ellos porque no dan credibilidad de la oferta prometida por candidatos fantasiosos. En fin, esto es parte de la cultura política entre sociedades desarrolladas y sub desarrolladas, son aspectos de la cultura política.

Las prácticas democráticas son parte de la cultura política, entendida esta expresión por el conjunto de acciones entre individuos, entre grupos sociales con el poder político. La cultura política es: “es el entendimiento de las relaciones sociales y se manifiestan a través de instituciones, apego a normas, autoridad y todo lo que apoye para sostener la estructura de poder”.  Esta definición es emitida dos los sociólogos estadounidenses Gabriel A. Almond y Sidney Verba G. Almond, y S Verba ambos partidarios de la teoría social conocida por estructural funcionalismo.

Para desarrollar la democracia en México es indispensable fortalecer la cultura de la legalidad, respeto a las autoridades. Por parte de la ciudadanía traspasar las barreras que impone la política para dar paso a otra una nueva cultura política. El fortalecimiento de la democracia se logra a atreves de la construcción de una nueva cultura política de la legalidad y esto se da con el  fortalecimiento  de  educación cívica  y una cultura en donde se lleve a feliz término las obligaciones y derechos civiles y sociales y políticos.