Las coloridas faldas revolotean mientras los pies ligeros, que parecieran por momentos volar, producen un intenso taconeo que se apareja con la música de cuerdas y acompaña también a las lánguida voces de cantores que entonan historias de amor y desamor. La magia del huapango, que antoja a los que observan a sumarse al zapateado, se ofrece nuevamente en la Plaza Independencia, en Pachuca, con la Onceava Edición del Festival Nacional y Cultural del Huapango.

Nuevamente el Reloj Monumental es mudo testigo de esta exposición de tradición y cultura, que en la región Huasteca, en la que confluyen porciones de los estados de Hidalgo, Veracruz, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Puebla, se transmite de generación en generación.

Inició así la jornada anual que durante cuatro días convierte a Pachuca en la capital del huapango, haciendo las delicias de quienes se acercan a observar, escuchar, a disfrutar de este espectáculo, y terminan ejecutando algunos pasos y movimientos del mismo.

La gente disfruta del huapango, se suma al baile, y da la media noche y no se retira del lugar; es lo nuestro y nos sentimos muy orgullosos”, señala el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur), Juan Jesús Bravo Aguilera, organismo empresarial que ha venido impulsando este evento año tras año, y con el cual se espera, este año, atraer a unos 25 mil espectadores.

La edición 2017 de este festival tendrá la participación de 500 bailarines y 20 tríos huapangueros llegados de la región Huasteca, los que hasta la noche del domingo habrán de deleitar a los asistentes.

Al frente del evento ha estado, en estos once años, Malaquías Hernández Ortíz, cuya labor ha sido muy reconocida por el organismo empresarial, pues señala Bravo Aguilera, el festival se ha convertido ya en una tradición en la Bella Airosa.

La noche del jueves se reunieron autoridades municipales y representantes de la Canaco Servytur para poner en marcha este festival, el cual es muy esperado por los pachuqueños, que esos días se dan cita a lo largo del día, o la noche, en la Plaza Independencia para disfrutarlo.

En esta ocasión, el festival se ha convertido además en un escaparate para que un centenar de artesanos de las distintas regiones del estado ofrezcan lo mejor de sus obras.

Y mientras, en sus establecimientos, los comerciantes del Centro Histórico festejan y agradecen este festival, que surgió para fomentar la cultura del huapango pero también para fortalecer la economía en la zona, con la atracción de miles de personas a este sitio.