Los jóvenes son campo fértil para los fraudes cibernéticos, por la facilidad con que transmiten información personal a través de las redes sociales y el uso excesivo de la telefonía celular, que se calcula en unas seis horas diarias, se dijo este miércoles en la conferencia “Fraudes Financieros” que se ofreció en el Icshu, de la UAEH, con la participación de la Confusef, de la policía Federal y de estudiantes de la institución.

Literalmente “pegados” al teléfono, los muchachos siguen transmitiendo toda clase de información personal a través de las redes sociales, lo que les hace presa fácil de bandas delincuenciales que conocen a dónde acudirán a vacacionar, en qué fechas, que días estarán en casa y cuáles no, cuáles son sus horarios fuera de casa, además de fechas de nacimiento y todo tipo de datos que facilitan el robo de identidad.

En la citada conferencia, la Policía Federal insistió en la necesidad de que los jóvenes entiendan el riesgo que les supone compartir esta información a través de las redes sociales, no sólo en cuanto a fraudes financieros sino incluso, a su seguridad personal.

En la conferencia se dejó en claro que el NIP no se le pasa “ni a la novia”, y que mensajes que llegan de supuestas instituciones bancarias informando de que se han ganado un auto, un viaje todo pagado a las playas, una tarjeta de descuentos en tiendas departamentales, etcétera, “son solo tretas utilizadas para obtener los datos que les faltan para conseguir robar la identidad de la víctima.”

Tanto la Condusef como la Policía Federal insistieron a los jóvenes en la necesidad de que adopten medidas que les protejan, como evitar en lo posible las transacciones a través de la banca electrónica si no están en condiciones de privacidad y cuentan con equipo de cómputo propio.

En una ronda de preguntas y respuestas, los jóvenes demostraron gran interés por aspectos como la contratación de seguros en contra de fraudes financieros, en la protección de datos personales y en las funciones de la Condusef en caso de verse afectados por el crimen cibernético.