Nuevamente los disturbios provocados por el líder del ambulantaje,  Oscar Pelcastre, alias “El Perro”, afectan al comercio y los servicios en el Centro Histórico, que piden a las autoridades estatales y municipales su intervención para “frenar estos desmanes, que espantan a la gente”.

Juan Jesús Bravo Aguilera, presidente de la Cámara Nacional de Comercios, Servicios y Turismo de Pachuca (Canaco), y  María del Ángel Sánchez Lozano, presidenta de la Asociación de Hoteles y Moteles de Hidalgo, coincidieron en hacer notar el daño que causan estos disturbios a la economía formal, la que sí paga impuestos, seguridad social, servicios públicos.

“Lo que pasa es que la gente se espanta y se va, y las compras que pensaba hacer no las realiza”, aseguró Bravo Aguilera, para asegurar que en cuando se comienzan a dar estas marchas y enfrentamientos con las autoridades, “nosotros sentimos de inmediato la baja en las ventas.”

Deben las autoridades evitar que las manifestaciones de protesta, “con las que  nada tenemos que ver”, perjudiquen a terceros, pues el perjuicio económico que provocan en el Centro Histórico es muy grande” afirmó el presidente de la Canaco.

A su vez la representante de los hoteleros lamentó que después de una temporada de descanso, sin desmanes por parte del ambulantaje “ya volvimos a tener los mismos problemas.”

En el caso de los hoteleros las protestas y enfrentamientos entre ambulantes y autoridades dañan la imagen turística del Centro Histórico, donde se ubican varios hoteles.

“Los clientes se desconciertan al admirar por las ventanas nuestra majestuoso reloj, pero luego, las marchas, protestas y hasta enfrentamientos con los elementos policiacos, y se derrumba la imagen de un Hidalgo pacífico, seguro, en donde se puede  estar con toda tranquilidad.”

Por su parte, comerciantes de la zona que solicitaron el anonimato repudiaron el movimiento de los ambulantes, “pues ahora no luchan por un bienestar para el gremio, sino por los intereses del Perro, que quiere que se reabran antros y bares que fueron clausurados por vender bebidas alcohólicas a menores de edad”, comentó un restaurantero, quien subrayó que la ley “debe aplicarse parejo, sin excepciones.”