El Partido Revolucionario Institucional (PRI) inició el proceso de selección de candidatos para quienes desean ocupar una curul en la Cámara de Diputados y el Senado. Los nombres de quienes encabezan las fórmulas ya son conocidos. Justo esa repetición de perfiles causó molestia en algunos cuadros del priísmo local que se expresaron en redes sociales.

Pero más allá de repasar los nombres y las trayectorias de los que lograron su registro el pasado fin de semana;  vale la pena hacer una reflexión sobre lo que representa este acomodo de piezas a un año de gobierno de Omar Fayad. Lo anterior, teniendo en consideración la figura omnipresente de Miguel Osorio Chong, priísta distinguido en la cúpula hidalguense y benefactor de un importante capital político nacional.

Por principio de cuentas, la fórmula al Senado que propone el PRI y sus aliados, no se encuentra estrechamente ligada al gobernador Fayad. Por el contrario, si se confirma que Nuvia Mayorga y Alejandro González Murillo irán al Senado, Fayad se queda sin aliados en esa Cámara. Es bien sabido, que estos dos personajes son más cercanos a Miguel Osorio que al gobernador del estado. Lo que nos hace pensar, que en su designación participó de manera directa el ex Secretario de Gobernación.

Si utilizamos el mismo criterio para analizar los nombres de los candidatos a la Cámara de Diputados no encontramos una dinámica similar. Ahí de siete escaños en juego, (el estado de Hidalgo tiene siete distritos electorales federales), sólo dos están directamente relacionados con Fayad. Se trata de la ex secretaria de Educación Pública, Sayonara Vargas Rodríguez y su ex Contralora, Citlali Jaramillo Ramírez. Estas dos funcionarias han dejado el cargo para ser candidatas por el distrito de Huejutla y Pachuca, respectivamente.

Cabe mencionar, que dichos distritos son complejos y actualmente gobernados por la oposición (en el ámbito municipal). De tal suerte, que no resulta sencillo afrontar ese compromiso político. En otras palabras, los personajes más ligados a Fayad serán candidatas en dos distritos muy competitivos y con altas probabilidades de perder.

En resumen, estos enroques mandan el mensaje de que Omar Fayad no tiene mucha influencia en la designación de candidatos a nivel federal. Pero la política es generosa. Bastará con conocer a los candidatos a diputados locales (18 en total) para comprobar la capacidad de negociación de Fayad dentro de su partido.

En suma, lo que ocurre con el priísmo local es que no avizoraron un liderazgo dual. En donde Miguel Osorio y Omar Fayad se disputan la titularidad de ser el hombre fuerte en el estado. Lo que se puede observar – hasta ahora – es que ese poder compartido puede funcionar de manera coordinada. En donde Osorio se encargará de los asuntos federales (Diputados, Senadores, Delegados etc.); y por otro lado, Fayad se queda con todo lo relativo al ámbito local.

Lo que es un hecho es que la trinchera priísta está cada vez más vilipendiada. Su candidato a la presidencia se mantiene en un lejano tercer lugar según una encuesta que publicada en el diario El Universal (29 de enero de 2018), con apenas 16% de las preferencias electorales.

Estos números prenden los focos rojos para todos los partidarios del tricolor que veían hasta hace poco – en la figura de Miguel Osorio Chong – un candidato fuerte y competitivo para la contienda electoral de 2018. Esa posibilidad se diluyó y con ello la posibilidad de que el priísmo hidalguense viviera un momento de gloria.

 

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