“Profundamente preocupados” por la creciente inseguridad que registra el estado de Hidalgo, principalmente en rubros como huachicoleo –y toda la problemática aparejada a esta delincuencia organizada-, asaltos a camiones de carga en carreteras y robos a empresas y casas habitación, empresarios Coparmex se entrevistaron este jueves con autoridades federales, estatales y municipales.

Los invitamos para que den la cara a la sociedad y nos digan qué están haciendo, y con qué resultados, para disminuir el índice delictivo en el estado”, afirmó al respecto el presidente de la Coparmex Hidalgo, Ricardo Rivera Barquín.

Con tal objetivo se llevó a cabo el Foro de Seguridad y Justicia, en el que participaron el titular de la Policía Federal, José Echavarría; al procurador de justicia, Ramiro Lara Salinas, y a los secretarios de Seguridad Pública del Estado, Mauricio Délmar y de Seguridad Pública Municipal de Pachuca, Guillermo Ignacio Vergara.

Consideran los empresarios que de no tomarse medidas muy acertivas y contundentes, el huachicoleo se convertirá en Hidalgo un problema de delincuencia e inseguridad como el narcotráfico en entidades como Sinaloa.

Rivera Barquín destacó ante los empresarios reunidos que lamentablemente México ocupa el último lugar entre los países de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), en combate a la corrupción, y ocupa el sitio 135, de 180 países, en este cáncer social.

Por lo que toca a Hidalgo, citó Rivera, en 2016 el 77.2% de la población se dijo afectada por la corrupción, mientras que un 63% de los hidalguenses dijo sentirse inseguro ante la criminalidad.

La reunión mensual de socios Coparmex estuvo dedicado este mes al tema de la seguridad pública, por lo que se invitó primeramente al presidente de la organización México SOS, Orlando Camacho Nacentla, a ofrecer una conferencia sobre la inseguridad pública que reina en México

No un grano, una cubeta de arena, se necesita

En su conferencia, “Participación Ciudadana en Seguridad y Justicia”, Camacho Nacentla se enfocó a señalar la importancia que tiene la sociedad en la formación de generaciones sanas o producción de niños y adolescentes para nutrir a la delincuencia.

De nada sirve, subrayó, destinar más y más recursos para contratar policías, para tecnificarlos, para tener mejores juzgados, si el cáncer se da en el abandono en que se encuentran niños y adolescentes por las más variadas razones, por la pobreza y bajas expectativas de desarrollo personal de éstos.

Convocó entonces a la sociedad a reconsiderar la importancia de proteger a nuestros niños de la delincuencia, de trabajar para ofrecerles mejores expectativas de vida y un país más honesto y próspero. “Y para eso no se requiere que cada uno aportemos un granito de arena, sino una cubeta de arena, pero sólo así podremos evitar producir más carne de cañón para el narcotráfico, la industria del secuestro, robo y asaltos, y para el huachicoleo.”