¿Qué tienen en común los atestados, en estos días, balnearios y parques acuáticos hidalguenses? Además de sus aguas termales y amplios, atractivos y limpios espacios… ¡sus bajos precios! En Hidalgo es posible aún turistear sin gastar tanto.

Un recorrido por parques acuáticos como Dios Padre, Tepathé, El Tephé, Paraiso, Cuevitas, Tlaco y Maguey Blanco, permitió observar que grandes familias disfrutan a lo grande, pues las tarifas y precios son chicos.

Los boletos de entrada más caros en el Valle del Mezquital los tiene el parque acuático El Tephé, de 140 pesos por persona, pero el boleto en los balnearios de la región tienen un precio promedio de 50 pesos; los menores de hasta un metro de estatura entran gratis, y las personas de la tercera edad y discapacitados entran con descuento del 50%.

Pero además de disfrutar aguas termales en sitios paradisiacos, como el balneario El Paraíso, los precios de los alimentos y las bebidas resultan muy atractivos en esa región. Aunado a ello, casi todos los establecimientos se permite el ingreso de braseros, para asar o calentar alimentos, u ofrecen asadores.

En Tlaco, por ejemplo, es posible consumir una costilla de res de muy buen tamaño, asada, con un nopal y cebollitas asadas también, tres enchiladas verdes, arroz y frijoles refritos con queso, por 80 pesos.

Pero además, en los tradicionales puestos de antojitos mexicanos que abundan en el Valle del Mezquital, se sirven quesadillas de guisados de 15 pesos y muy buen tamaño; tlacoyos de habas o frijoles bañados de salsa, nopales y queso, de 12 pesos la pieza, también grande, además de “comidas corridas” que incluyen sopa, arroz, guisado, frijoles, agua fresca y tortillas de comal, que se venden en 40 pesos.

Abundan también, para quienes no llegaron con canasta de alimentos a la zona, pollos ximbó en 140 pesos, suficiente para alimentar a una familia; pollos rostizados en 75 pesos que se sirven con arroz, tortillas y salsas, o los kilos de guisados como chicharrón en salsa verde, mole verde o rojo con pollo, tortas de pollo en tomates verdes, o papas con chorizo, además de arroz, que se venden con precios de entre 35 y 60 pesos el kilogramo, los más caros, los moles.

Pero además algunos parques acuáticos tienen restaurantes en donde se ofrecen menús del día en 65 pesos.

Pero ¿a qué viene todo esto?

Lamentablemente se calcula que por lo menos el 80% de turistas y visitantes que llegan a disfrutar de la oferta turística hidalguense son foráneos; la afluencia de hidalguenses es mínima.

Una situación que debemos revertir si queremos contribuir a hacer de la industria turística hidalguense la importancia económica que reviste en el país.

Recordemos que el año pasado México rompió record en turistas nacionales, 233 millones, de acuerdo a la Secretaría de Turismo (Sectur), y 39.3 millones de turistas extranjeros, lo que le permitió al país avanzar en el ranking internacional y colocarse en el octavo lugar como destino turístico en el mundo.

Sin embargo es frecuente preguntar a hidalguenses si conocen tales o cuales destinos turísticos locales y recibir una respuesta negativa.

Posiblemente sea que se piensa que para hacer turismo se requiere de carteras abultadas, pero en Hidalgo no es así. Al menos aún no lo es.

Y sí es esta una industria que genera miles de empleos, que da bienestar económico a millares de familias, y que podría crecer aún más si salimos a conocer, y admirar, el hermoso estado en el que vivimos.

 

✉ dolores.michel@gmail.com