Una investigación conjunta de The New York Times y The Observer de Londres dio a conocer hace poco que los perfiles de 50 millones de usuarios estadounidenses de Facebook, con datos que permiten una identificación de preferencias, temores, expectativas y deseos de esas personas, fueran a parar a la empresa británica Cambridge Analytica, lo que le permitió diseñar mensajes que guiaran la intención de voto en las elecciones que ganó Donald Trump.

El investigador Aleksandr Kogan, del Centro de Psicometría de la Universidad de Cambridge, diseñó una aplicación para recolectar datos “con fines académicos”, que Facebook le permitió difundir entre sus usuarios. La información recopilada es parte de la obtenida de Facebook, cuyo grado de conocimiento de estas operaciones que violan la privacidad de la información es incierto, aunque resulta difícil de creer, dado el volumen de datos obtenidos, que desconociera lo que estaba ocurriendo.

Este asunto ha llevado a la discusión pública las nuevas técnicas que se emplean para ganar elecciones manipulando a la opinión pública, para guiarla en determinada dirección. Por ejemplo el uso de rumores es conocido desde antaño, para atacar o desprestigiar a un adversario político. Las redes sociales han hecho posible magnificar su impacto y acrecentar la rapidez de su divulgación. Una noticia falsa, difundida por redes sociales es conocida rápidamente por miles o millones de personas. No importa si luego la noticia luego es desmentida, ya causó su efecto. Las técnicas de manipulación de los temores identificados a partir de la recolección de datos, como ocurrió con Facebook, son de suma importancia para explotar los sentimientos de los votantes.

Si la demografía registra datos tales como edad, lugar de residencia, estado civil, etc., la psicografía  se dirige a gustos, expectativas, temores, etc., datos que guían el comportamiento de las personas, también en los procesos electorales. La recopilación de enormes cantidades de datos es posibilitado por las redes sociales, donde cada “like” va dejando alguna información sobre nosotros. El procesamiento de esa gigantesca información es posible con los medios informáticos avanzados.

No sabemos con certeza si estas técnicas son responsables de algunos resultados electorales inesperados, como el último triunfo del partido de Mauricio Macri en Argentina, pero la duda está sembrada. Recientemente Amnesty Internacional ha publicado un informe sobre el uso de las redes sociales por el gobierno argentino. Según Channel 4 News de Gran Bretaña, Cambridge Analytica intervino en varios países, entre ellos Argentina. Esta intervención explicaría el rumbo que ha tomado la política argentina.

 

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