Para los taxistas este lunes representa también la vuelta a la normalidad tras el fin de la Semana Santa.

A atender a clientes habituales a los que llevamos a la central de autobuses, recoger a familias que van a las escuelas, o salir a las calles para levantar pasaje, después de 15 días en los que de plano dan ganas de irse a casa y no trabajar”, comentan algunos.

Durante la Semana Santa “se anda mucho de vacío, nomás gastando gasolina”, o se opta por otra opción, “aunque más arriesgada”: los viajes foráneos.

Salen viajes para Huejutla, para Huichapan, para Tolantongo, para Huachinango, para los balnearios, de familias que pagan un poquito más de lo que pagarían en un autobús, pero van más rápido, más seguros y confortables”, afirma José Antonio, chofer con 30 años de trabajo.

No faltan problemas en estos viajes, relata: “llevé a una familia de México a Tolantongo, y llegando allá no traían efectivo, solo tarjetas, y en Tolantongo no hay cajero y hay que pagar en efectivo, así que nos regresamos a Ixmiquilpan, sacaron dinero y de regreso a Tolantongo… tuvieron que pagarme más”.