Lavar los autos, pulirlos, pulir los faros y defensas metálicas, pulir los parabrisas y medallones, cambiarles sellos plásticos y “limpiadores”, son servicios que ya ofrecen aquellos “franeleros” que dan servicio de “viene viene” en algunas plazas comerciales como Gran Patio, pero que han expandido su negocio.

Son trabajadores “independientes”, “por nuestra cuenta”, que pasaron de orientar a los automovilistas para estacionarse o retirarse, a cargar una cubeta, unas franelas y un cepillo y ofrecerse a lavar coches “por fuera”, pero que hoy cuentan con servicio de aspirado, de lavado de vestiduras en seco y el lavado tradicional con agua y jabón.

Pero además cargan rejillas plásticas en las que portan envases metálicos o plásticos con pasta para pulir faros y cristales; hules de limpiadores y para el sellado de las puertas y cajuela de todas las medidas, y en algunos casos, algunos parasoles fáciles de doblar y extender para proteger el interior de los vehículos.

Ándele señito, en lo que hace sus compras o come, nosotros le pulimos los parabrisas, con buena pasta, le van a quedar muy bien”, asegura Jesús “N”, quien dejó la Secundaria y se puso a trabajar “porque hice mi gracia con la novia y pues ni modo, a responder”.

Consiguió Jesús, hoy de 26 años, que le permitieran entrar a ofrecer servicio como “viene viene”, pero “apenas sacaba para pañales y leche”; antes un tío le había enseñado a pulir faros y cambiar limpiadores, así que comenzó a ofrecer estos servicios, y con el tiempo, a lavar autos, pulirlos, etcétera.

Ahora Jesús, junto con otros “viene viene” a los que ha organizado, ofrecen “servicio de calidad, de verdad señito, le dejamos el carro impecable, bien lavado, aspirado y hasta con desodorante”.

Se considera a sí mismo como un emprendedor. “Limpiando cristales en las calles te haces viejo, de ahí está difícil pasar. Aquí espero juntar para poner un negocito de lavado de autos, aprender a lavar motores, ir prosperando”.

El “viene viene” y emprendedor irá a votar este domingo. “Sí señito, hay que ir a cumplir”. Lo hará por un candidato que se dice contrario a la flojera, a favor de enseñar a pescar.

Yo lo que quiero es que me dejen trabajar, que no me den nada. Que me den facilidades para poder poner mi negocito, para mantener a mi familia, pues si tengo fuerzas para trabajar, ¡pues a usarlas!”.