La catástrofe electoral del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la pasada elección del 01 de julio, no tiene precedentes. En la Cámara de Senadores, uno de los últimos reductos de su otrora posicionamiento político nacional, pasó a tener una presencia marginal equivalente al 10% de la Cámara Alta.

Dicho de otra manera, de tener 55 Senadores en la pasada legislatura (LXIII) reduce su presencia a 13, en la legislatura (LXIV) que iniciará sus trabajos el 01 de septiembre del presente año.

Esto refleja una pérdida significativa en términos de su capital político porque de un total de 128 Senadores, el PRI tendrá 13 como se observa en el cuadro 1. De esta manera, este grupo parlamentario será meramente simbólico. Pero es probable que ese no sea su principal problema. La verdadera desgracia de ese instituto político es la conformación de su propio “bloque”.

Esto es, dentro del mismo grupo parlamentario del PRI en el Senado, existen marcadas diferencias entre los miembros de ese partido. En otras palabras, los liderazgos priístas que tendrán presencia en el Senado podrían confrontarte porque pertenecen a diferentes corrientes. Por citar un ejemplo, ocuparán un escaño Miguel Ángel Osorio Chong, ex Secretario de Gobernación cabeza del llamado grupo Hidalgo; contraparte del grupo Atlacomulco al cual pertenece Eruviel Ávila Villegas; quienes tendrán de compañera a la hija de Manlio Favio Beltrones (Silvana Beltrones Sánchez) hombre fuerte dentro del priísmo tradicional.

Todos ellos compartirán curul con Claudia Ruiz Massieu Salinas, sobrina de Carlos Salinas de Gortari y recién nombrada Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Estos liderazgos tienen el suficiente capital político para tomar las riendas de los trabajos legislativos en la siguiente legislatura. Pero también tienen la suficiente fuerza para generar una división dentro del grupo parlamentario.

Por último, y para entender la magnitud de la derrota electoral del PRI, hay que destacar que ese partido sólo ganó una fórmula de mayoría al Senado (Yucatán) de las 32 que existen en el país. Sus demás legisladores que llegan a la Cámara Alta (12) lo hacen gracias a las generosas fórmulas de representación proporcional (Listas Nacionales) y primera minoría (Ver cuadro2).

Es momento que dentro del PRI se tomen las medidas pertinentes para realizar una transformación profunda de sus liderazgos que llevaron a ese instituto político a la peor debacle electoral de su historia.

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