Con una pista de dos mil 400 metros lineales y 45 metros de anchura, con capacidad para recibir aeronaves de hasta 150 pasajeros, el aeródromo de Pachuca, que estará ubicado en Zapotlán, podría llegar a descongestionar de vuelos pequeños a los aeropuertos de la Ciudad de México y de Santa Lucía.

Así lo considera el secretario de Desarrollo Económico (Sedeco), José Luis Romo Cruz, quien subraya que hasta este momento el gobierno estatal sólo tiene en sus manos el permiso de las autoridades federales para que se construya este aeródromo, que no aeropuerto.

Será el año próximo cuando se trabajen aspectos tan importantes como el proyecto ejecutivo, se abra la obra a inversionistas y se elabore un proyecto alterno de desarrollo industrial, comercial y de servicios que responda a las necesidades que la nueva terminal aérea genere.

El permiso federal otorgado está enfocado a dotar a Pachuca –a Hidalgo, en general-, de una terminal aérea, un aeródromo en este caso, es decir, un pequeño aeropuerto local –las pistas del AICM rebasan los cuatro mil metros lineales-, que responsa a las necesidades de seguridad y movilidad que tiene el estado.

Los altos mandos de las grandes empresas que están llegando a Hidalgo requieren de una terminal aérea moderna, eficiente, y el actual aeropuerto Guillermo Villasana es considerado por ellos como insuficiente e inseguro.

El permiso nos limita a vuelos pequeños no regulares”, señala el funcionario, para comentar sin embargo que al paso del tiempo y conforme se presenten las necesidades de transportación aérea en la capital del país y Santa Lucía, este permiso podría llegar a ser ampliado para trasladar a Zapotlán vuelos regulares de servicios de mensajería, de unidades médicas de traslado, incluso las mismas Escuelas del Aire.

La pista permitirá el aterrizaje y despegue de aeronaves con capacidad de hasta 150 pasajeros; el actual aeropuerto solo permite naves con capacidad de 24 pasajeros como máximo”, aseguró a Síntesis Romo Cruz.

Pista que además estará alineada en la misma dirección que las pistas del AICM y de Santa Lucía, para facilitar, con las corrientes de aire, el aterrizaje y despegue seguro y con menos consumo de turbosina, de las aeronaves.

Hasta ahora son más las preguntas sin respuesta que la información de que se dispone, pero asegura Romo Cruz que se espera analizar y definir modelos de financiamiento de variadas fuentes, incluida la privada, naturalmente.

Pero además el gobierno de Hidalgo enfrenta el reto de diseñar, y ofrecer a los inversionistas, una serie de proyectos de desarrollo industrial, comercial, de servicios y hasta vivienda de baja densidad –residencial-, para vincularlos con la terminal aérea.

Aceptó Romo Cruz que el aeródromo de Pachuca podría quedar concluido y entrar en servicio en lo que resta de la administración de Omar Fayad Meneses.

Un aeródromo, de acuerdo a la definición de las autoridades de aeronáutica, es una superficie llana que dispone de pistas y del equipamiento necesario para que puedan aterrizar y despegar pequeñas aeronaves con vuelos no regulares.