En días anteriores tuvo lugar el registro de la planilla única para la presidencia de la Canaco Pachuca, encabezada por Sergio Trujillo Monroy, con lo que solo se espera cumplir con los tiempos y formas y elegirlo formalmente este próximo miércoles.
Se dan así una serie de renovaciones y reelecciones en las mesas directivas de los organismos empresariales en el estado como la CMIC, Canaive, la Ammjeh, la Canirac, la Canacintra, la Asociación Regional de Industriales de Apan y ahora la Canaco, sin descartar a otros que escapan en este momento de la memoria.
Llegan a representar a grupos de empresarios personas como Luis Miguel Escudero, Minerva Durán, José Luis López Alonso y ahora Sergio Trujillo, que tendrá en sus hombros una tarea nada fácil: impulsar las actividades económicas en el estado y, muy especialmente, ser el contrapeso del poder gubernamental en el estado, en el país.
Se vienen a sumar a la tarea que ya ejercen las dos grandes centrales obreras en Hidalgo –y en el país-: el Consejo Coordinador Empresarial (CCEH) y la Confederación Patronal del Estado de Hidalgo (Coparmex), que presiden Edgar Espínola Licona y Ricardo Rivera Barquín, respectivamente.
Llegan los nuevos representantes empresariales a las cámaras y asociaciones, o prolongan su gestión en las mismas, en tiempos de “vacas flacas”, es decir, cuando la política económica del gobierno federal, del presidente Andrés Manuel López Obrador, no es aún muy clara, y lo anunciado hasta ahora resulta incluso desalentador.
Y es que la concentración de recursos destinados a la promoción turística del país, en el Proyecto del Tren Maya, así como la desaparición del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) y su sustitución por el programa de Tandas de seis mil pesos a microemprendedores, no responden a las expectativas de los sectores productivos.
Resienten aún los empresarios la cancelación del proyecto aeroportuario en Texcoco y lamentan la información insuficiente del proyecto en Santa Lucía.
Alentador resultan, en cambio, las declaraciones presidenciales sobre fuertes inversiones en obra pública… que no se definen aún en el grueso de los casos.
Pero en otros rubros tampoco la tendrán fácil estos nuevos representantes empresariales, entre ellos el político-electoral. Está en puerta el proceso electoral 2020 para renovar las alcaldías, el cual desde ahora ya comienza a originar fricciones.
Deberán los presidentes de las cámaras empresariales aprovechar las oportunidades que este proceso les brinde, respaldar a empresarios que tengan aspiraciones, pero no perder su característica de ser organismos apartidistas.
Una tarea nada sencilla si se considera que serán estos tiempos en los que los partidos políticos buscarán quedar bien con quienes detentan el segundo poder más importante en el estado y el país, el poder económico.
El poder que, como se ha mostrado reiteradamente en los últimos meses, tiene la fuerza para llevar a reajustes de objetivos que podrían derivar en excesos gubernamentales no sustentados en el derecho y la razón.
A todos ellos solo resta desearles éxito y ¡suerte!
