Por demás ilustradora me resultó una charla con Andrés Manning Novales, titular de la Agencia Estatal de Energía (AEE), pues vino a confirmar ideas que ya tenía por algunas experiencias cotidianas que, finalmente, se pueden aplicar en los sectores productivos.

Las energías renovables, principalmente la solar, son ya realidad en muchas naciones en el mundo y en el caso de las del norte de Europa, lo es la energía eólica y la de turbinas operadas por las marejadas, pero en México, en Hidalgo, estamos en pañales en ese sentido y seguimos pagando millares de pesos a una Comisión Federal de Electricidad con sus cuentas “a modo”.

Escuchar hablar a Manning Novales de los ahorros generados por el uso de las energías renovables me llevó a recordar aquellos tiempos en los que gran parte de mi salario se destinaba a pagar un carísimo servicio telefónico, del monopolio que era Telmex… y que sigue siendo, de Estado pero monopolio al fin, la CFE.

Hace notar Manning Novales que el ahorro de energía, tan sólo con el uso de lámparas LED en el alumbrado público llega a ser del 58 por ciento, y que el uso de energía solar en sistemas operadores de agua potable les podría significar ahorros del 60 o más por ciento.

Viajar recientemente al norte del país me permitió observar, con asiento de ventanilla en el avión, los “tendidos” de paneles solares que ya se observan en estados como Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, y recordar que en Hidalgo ya comenzamos a dar nuestros primeros pasos, con el proyecto solar en Nopala.

Pero Manning Novales hizo hincapié en un aspecto que merece llamar la atención y la intervención gubernamental: que la banca comercial, esa que nos tiene ya hasta el gorro con llamadas a lo largo del día, ofreciéndonos tarjetas de crédito con tasas de interés que van del 40 a más del 100 por ciento, no responde igual, sin embargo, con programas de financiamiento a energías renovables para las empresas.

Financiamiento bancario para que la industria, el comercio y los servicios instalen paneles solares que les lleven a reducir al máximo su consumo de electricidad proporcionada por la CFE.

¿Y esto? ¿por qué? ¿Algún compromiso de la banca con la CFE?

Una auténtica injusticia para ser planteada al presidente Andrés Manuel López Obrador, en una conferencia matutina, para ver si el mandatario interviene.

Que la energía solar es por demás redituable, lo es; tengo casos muy cercanos en donde tan sólo el calentador solar ha reducido hasta en 70 por ciento el consumo de gas LP. “Antes un tanque de 20 kilos de gas me duraba mes y medio, ahora me dura tres, cuatro meses”, me cuenta mi propia hija, la que está pendiente de que salgan a la venta paneles solares para instalarlos en su hogar. “Es caro, pero vale mucho la pena”, me asegura.

Y si eso ahorra una familia, ¿cuánto podría ahorrar una empresa? ¿Cuanto podrían bajar sus costos y elevar su competitividad en precios?

Definitivamente las energías renovables son el futuro, y más en un estado como Hidalgo, con días soleados en 330 días del año; un aspecto muy importante a ser considerado no solo por los consumidores sino por el propio Presidente de la república y sus planes de expansión en materia energética.