Constructores hidalguenses festejaron la  decisión del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, de construir la refinería de Dos Bocas, Tabasco, por administración, lo que permitirá que sean empresas nacionales, y  en Hidalgo hay algunas con experiencia en este  campo, las que edifiquen esta procesadora de crudo.

Edgar Espínola Licona, presidente del Consejo Coordinador Empresarial en Hidalgo (CCEH), consideró acertado el Plan B de la presidencia de la república, presentado este jueves por López Obrador, de que sean Pemex y la Secretaría de Energía las que se encarguen de la edificación de la nueva refinería.

Sabemos que ni Pemex ni la Secretaria de Energía tienen la los medios para encargarse de la edificación de la obra, pero sí para la supervisión de la misma, la cual puede ser ejecutada por empresas mexicanas.

Se requiere, eso sí, dijo el constructor, es encargar la realización del proyecto ejecutivo de la refinería a especialistas en la materia, “pues en México no contamos todavía con la capacidad para diseñar este proyecto.

Sobre la declinación de cuatro empresas altamente especializadas de realizar el proyecto, por presentar propuestas de costos de 10 mil,  12, 14 mil millones de dólares, cuando el gobierno federal se ha propuesto invertir en ella sólo ocho mil millones de dólares, Espínola Licona consideró indispensable conocer el proyecto ejecutivo de la misma.

 

Reconfigurar las seis refinerías existentes

Para el presidente del  CCEH sería mucho mejor, y más económico, invertir los recursos disponibles en la reconfiguración de las seis refinerías existentes, entre ellas la de Tula, Hidalgo,  que construir una nueva planta en Dos Bocas.

Yo en lo personal, le sugeriría al presidente que esos ocho mil millones de  dólares que tiene destinados a la refinería, los destine a reconfigurar las seis refinerías existentes, elevando su capacidad de crudo para alcanzar las metas que se tienen en refinación.

Modernizar las actuales refinerías, aumentando sustancialmente su capacidad de refinación, permitiría aprovechar al máximo los canales de distribución con los que ya se cuenta, en lugar de tener que construir nuevos.

Lo importante en este caso, dijo, es que las obras de construcción o de reconfiguración las ejecuten empresas mexicanas, con lo que vendría a reactivarse la actividad económica en este sector de la industria.