Por: Brenda Ximena Ramírez Riva Palacio

Hola, me da gusto saludarte de nuevo en este espacio, el tema de hoy sale un poco del contexto del cual siempre escribo, pero me parece muy importante comentarlo, ya que comúnmente los ciudadanos hacen caso omiso a los premios que son postulados por distintas instituciones o empresas.

Diversas instancias gubernamentales, así como privadas, comúnmente postulan premios para la ciudadanía en distintos ámbitos como derechos humanos, ciencia y tecnología, labor social, etc. Muchos de los interesados en estos temas, si prestan atención a este tipo de convocatorias, pero la gran mayoría de las personas, no lo creen muy relevante en sus vidas. Déjame comentarte que estos galardones pueden ir más allá de lo que imaginas. Te contaré una de las tantas historias que lo prueban. ¿Alguna vez te has preguntado quién invento la comida enlatada y por qué? Probablemente no, porque es algo normal en la vida diaria, pero esta historia es una prueba más de que salir de la zona de confort puede revolucionar al mundo.

A finales del siglo XVIII, cuando Francia pasaba por un mal momento económico y militar, faltaban suministros que pudieran ser conservados por un largo tiempo para alimentar a las tropas francesas, y el no contar con ello, implicaba varias muertes y no precisamente en el campo de batalla, sino de hambre. Al ver esto, el gobierno de Napoleón Bonaparte ofreció un premio de 12,000 francos, a la persona que inventara un medio o proceso para que los alimentos se conservaran más tiempo y así poder alimentar a sus tropas en las guerras. Así es como llega el cocinero Nicolás Appert que reclama el premio del entonces gobierno francés inventando el envasado a base de calor y esterilización de los alimentos. (National Geografic España, 2019).

¿Qué deseo expresar con esta historia? En muchas ocasiones los premios que postulan ciertas instituciones han sido criticados de clientelares e innecesarios, pero este tipo de acciones realizadas con una esencia de responsabilidad y compromiso social, pueden desembocar en motivar a personas a las que va dirigida la convocatoria a salir de su zona de confort, a crear e innovar; por consiguiente, desarrollar el municipio, región, estado o país para el que lo realice.

Los gobiernos de hoy exigen nuevas prácticas para mejorar, no nos podemos quedar estancados en las mismas formas de los sistemas políticos, porque como bien dice la frase atribuida a Einstein “Si quieres resultados diferentes, haz las cosas diferentes”. Gracias.

 

Facebook: Brenda Ximena Ramírez Riva Palacio

Twitter: @brenrivapalacio