En la Casa Cuna del DIF Hidalgo, las niñas y niños que por alguna circunstancia de la vida, empezaron su camino con situaciones difíciles en el seno familiar o ante la ausencia del mismo, encuentran cobijo y refugio en este lugar, donde los pequeños de 0 a 8 años de edad reciben albergue y atención integral en una casa hogar digna.

Durante un recorrido por las instalaciones, que presidió la directora del Sistema DIF Hidalgo, Patricia González Valencia, explicó que esta Casa Cuna atiende a los niños que se encuentran en situación de extravío, de abandono parcial o total, o que legalmente han sido separados de sus familias como una medida urgente de precaución, tras haber sufrido afectaciones físicas, psicológicas y sociales, por lo que la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes y la Familia del Estado de Hidalgo los canaliza a esta Casa Cuna.

Esmeralda Ortiz Meneses, coordinadora de la Casa Cuna, indicó que son 64 niños los que residen actualmente en la Casa Cuna, quienes llegan por diversas situaciones, “atendemos aquí a niños desde cero, es decir, llegan niños con algunas horas de nacimiento o días, hasta los 8 años, es aquí donde residen nuestros niños”.

“Aquí llegan por diversas causas, puede ser abandono, descuido o alguna situación compleja, es decir, puede ser una situación de violencia, por eso es que se van clasificando como una medida familiar, es decir, cuando son niños descuidados o abandonados, o penal, cuando se trata de niños maltratados, las situaciones son diversas”.

Explicó que la mitad son niños y la otra mitad niños, a quienes se divide por grupos, de 0 a 1 año con 8 meses, maternales que es de año 8 meses a 3 años, prescolares de 3 a 6 años, y quienes están en edad escolar, de 6 años hasta los 8 años.

“Aquí los llevamos a la escuela, aquí tenemos Cendi, preescolar, y una vez que tienen 6 años, los llevamos a una escuela primaria por la mañana, o bien a una escuela primaria por la tarde, los llevamos en ambos turnos”.

Los chicos están en diferentes dormitorios, pues los bebés están en el área de cuneros hasta los 3 años, y cuando cumplen tres años, de lactantes pasan a dormitorios de niñas y de niños.

 

Al notar que las niñas y niños juagan como cualquiera de su edad, Esmeralda Ortiz indica que se cuida mucho su parte emocional, pues la indicación del gobernador y la señora Victoria Ruffo es brindarles atención de calidad, no solamente mera atención, sino calidad y calidez, “sabemos la situación de ellos es un poco complicada, entonces damos ese extra, para que sean niños felices, principalmente promovemos la resiliencia, para que ellos puedan tener sus fortalezas bien establecidas para que puedan tener una vida mejor”.

Reconoce que tienen una situación difícil, pero eso lo pueden dejar en el pasado, para que vean que la vida no es así, que tiene situaciones complejas pero que se superan a través de poder fortalecerlos emocionalmente.

Ortiz Meneses indicó que los bebitos que son abandonados los canaliza la Procuraduría del menor, quienes se encargan de llevar ese trámite, “cuando los niños llegan aquí, es porque la Procuraduría ya hizo todo el trámite legal, y nos trae la información de los niños, ya pasaron por el Hospital del Niño DIF y es entonces cuando llegan a Casa Cuna”.

Desde que llegan, los pequeños son valorados en todos los sentidos, pues tienen atención multidisciplinaria, trabajo social, equipo médico, psicología, enfermeras, alimentación, situación educativa con una pedagoga que los valora, pues existen niños que nunca han ido a la escuela, por lo que se determina a qué nivel se les va a integrar.

Ortiz Meneses refirió que cuando los niños cumplen 8 años y su situación legal no se ha resuelto, son derivados a la Casa de la Niña o la Casa del Niño, proceso que se lleva poco a poco, pues refiere que se hace un periodo de adaptación, en el cual el niño o niña es llevado durante un mes a estas casas de la niña o niño, mínimo un mes antes, para hacer la visita acompañados de su psicóloga, “posteriormente la niña permanece tres horas, incrementamos a 6 horas, después están casi todo un día y posteriormente hacemos que estén una semana, pero hacemos que vengan a dormir a su casa, que finalmente es la Casa Cuna”.

Así se van adaptando para que puedan irse de la mejor manera, por lo que con este proceso las niñas y niños pueden ver una oportunidad en la otra casa.

Expuso que hasta el momento, hay solamente tres niños con consentimiento de adopción, además de que atienden a tres niños con discapacidad, quienes son llevados al CRIH y al CRIT todos los días.

Indicó que 61 menores aún tiene un proceso legal, pues sus custodias están siendo revisadas por la Procuraduría, ya que algunos tienen papás y abuelos que están buscando la guardia y custodia, además de los pequeños que son expósitos, es decir, que los encontraron sin familia, “es muy diversa la situación en la que llega cada uno de los niños, y su situación es confidencial”.

Son 70 personas que en cuatro turnos atienden a los infantes, a quienes se les da aparte de sus alimentos y su escuela, atención por parte del área de psicología, a través de las niñeras que son sus cuidadoras, una por cada grupo, quienes entregan una planeación, y se ponen a trabajar diariamente con cada niño, pues hacen activación física, manualidades, tiene hora de colación, una hora de juego libre en su área de juegos y después ven un ratito de tele.

Esmeralda Ortiz expuso a los hidalguenses que Casa Cuna es un acto de amor para los niños hidalguenses, “le ponemos corazón a nuestro trabajo, los servidores que estamos a cargo de esta noble labor, definitivamente es bendecido nuestro trabajo y ponemos todo nuestro empeño para que no nada más seamos una máquina operadora, sino que finalmente estemos guiados por emociones”.

“Al personal se le da capacitación siempre con la intención de servir a los niños de la mejor manera, y que nuestros niñas y niños se sientan queridos y con amor. Lo pueden ver, la cara de un niño no miente, cuando se nota una sonrisa, te bromea o juega, eso quiere decir que están bien, lo primordial es que vean Casa Cuna como su casa, estos niños son felices y sobretodo, tienen atención de calidad”.