En México, 22 mil personas están en lista de espera de órganos para un trasplante, informó el Instituto Mexicano del Seguro Social, de los cuales 16 mil esperan un riñón, por lo que es la Semana Nacional de la Donación se busca fomentar una cultura de donación y terminar con mitos que socavan la donación.

Yedith Pilar Sandoval Vázquez, coordinadora de donación de órganos del Hospital del IMSS en Pachuca, expuso que  existen varios mitos entorno a la donación de órganos y trasplantes en México, que rige la Ley General de Salud.

La coordinadora manifestó que son 22 mil personas en el país quienes están a la espera de un trasplante, y cada año van engrosando más personas está lista de espera, “la mayoría de estos pacientes son derechohabientes del IMSS, pues cubre la mayor parte de la seguridad social a nivel nacional”.

En esa lista hay niños, jóvenes, estudiantes, amas de casa, padres de familia, personas de la tercera edad, quienes esperan una oportunidad de vida, “la posibilidad de que este milagro ocurra realmente está en cada uno de nosotros, hay que recordar que sin donante no hay trasplante”.

De los 22 mil personas en espera, aproximadamente 16 mil esperan riñones, esto como resultado de una vida con malos hábitos, que deriva en pacientes hipertensos o con diabetes que requieren este órgano, aunque el año pasado se hicieron 3 mil procedimientos de donante vivo, es decir, un familiar cedió su riñón a quien lo necesitaba.

Explicó que hay que concientizarnos, para regalar vida después de la vida, pues cualquiera lo puede necesitar.

Dijo que cada órgano o tejido que se va a trasplantar debe tener una evaluación cuidadosa para que se pueda trasplantar con la mayor efectividad posible.

Indicó que hay dos formas de fallecer, una que es la muerte encefálica, en que al morir en encéfalo, ya no hay retorno y se va a apagando el resto del cuerpo, hasta que fallece la totalidad del cuerpo, caso en que este tipo de donantes pueden realizar una donación multiorgánica, como corazón, riñón, corneas, válvulas cardiacas, páncreas, intestino, hueso y piel, “son alrededor de 8 personas las que se ven beneficiadas de un donador con muerte encefálica”.

En el segundo caso, que es la muerte por parada cardiaca, las posibilidades, aunque disminuye, todavía dan para donar tejidos, como córneas, ya que disponen de 6 horas en que la persona fallece para poder procurar estos tejidos, además de donar piel, hueso e incluso válvulas cardíacas.

Sandoval destacó que a cada uno de los donantes se les trata con respeto y dignidad, que la procuración no deja mutilado al cadáver, ya que los donadores de ambos casos de muerte se pueden velar a caja abierta, incluido a los donadores de córneas, ya que parecen estar dormidos y no se les nota nada.

Lo mismo en la procuración de multiórganica, donde se hace una cirugía normal como se haría en vida, además de que la cara, las manos y la piel se respeta del cuerpo, por lo que el cuerpo del donante se encuentra en condiciones de ser velado o de tenerlo para cualquier despedida de tipo familiar, “las heridas se hacen de una forma respetuosa para que se noten lo menos posible”.

Los pacientes descartados para donación son quienes tienen infecciones que pueden transmitir al receptor, o que padecen enfermedades como sida, cáncer, pudiendo donar desde niños de 2 años hasta personas de 80 años.

Además, para hacer las donaciones, la defunción se tiene que dar en un ambiente hospitalario, «el paciente debe estar en las mejores condiciones médicas y haber recibido la mejor atención posible”.

Destacó que las donaciones son permitidas por todos los credos religiosos, además de que están sujetas a la Ley General de Salud para su control que aplica el Centro Nacional de Trasplantes.

Otro obstáculo es que los familiares no sabían que los pacientes eran donantes, por lo que aunque tengan su cédula de donadores, deben hacerlo saber a las familias, ya que aunque exista este documento, si las familias no firman, no se autoriza el trasplante.

En Hidalgo el IMSS no realiza trasplantes, por lo que estos pacientes se derivan al Centro Médico La Raza, en la Ciudad de México.