“Definitivamente un salario ya no alcanza: si quieres llevar a tu casa lo necesario, necesitas una chambita extra”, así lo asegura Julio Hernández Aragón, repartidor de alimentos preparados de día y auxiliar de taquero de noche.

Oriundo de Pachuca, casado y con dos hijos, Hernández Aragón es de millones de mexicanos que de acuerdo al Inegi, requieren trabajar más de la jornada tradicional de ocho horas para llevar el sustento a casa.

Como repartidor de alimentos, en bicicleta, empiezo a trabajar a las siete y salgo entre tres y cuatro de la tarde… voy a mi casa, me duermo un rato, descanso, y a las ocho ya estoy en la taquería, hasta las 12 o una”, relata Hernández Aragón, al subrayar que “con un salario de 120 pesos como repartidor, no me alcanza”.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geogradía (Inegi), la necesidad de buscar más horas de trabajo se origina por los bajjos salarios. Más del 54 por ciento de los mexicanos asalariados perciben hasta dos veces el salario mínimo, es decir, 205.36 pesos en el estado de Hidalgo.

En la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, correspondiente al segundo trimestre de 2019, se cita que más de una quinta parte de estos trabajadores tienen una jornada laboral que no supera las 40 horas semanales, e incluso, muchos de ellos trabajan horario restringido de 6.3 horas máximo.

Cuando es temporada de fabricar uniformes escolares llegamos a trabajar hasta 12 horas diarias, nos va bien, pero se acaba la temporada y trabajamos por horas, nos pagan por las horas trabajadas y no alcanza”, afirma la señora Clara Hernández Armenta, quien tiene 38 años de costurera.

Cuando no hay trabajo suficiente entonces hago pastes en mi casa y salgo a venderlos, y realizo costuras en la casa, para ayudar a mí marido, pues con dos hijos en educación superior, apenas alcanza”, asegura Clara.

Señala el Inegi que por nivel de instrucción, la mayor parte de los trabajadores con jornadas dobles de empleo tienen secundaria terminada en un 35.3 por ciento de los casos, y tienen estudios de bachillerato o educación superior en el 28.1 por ciento.

  • De estos trabajadores, el 37.2 por ciento labora en el sector servicios y el 23 por ciento lo hace en el comercio.