A sólo siete semanas de concluir el presente año, un alza de precios generalizada se antepone al incremento a los salarios mínimos esperado para enero, pulverizándolo desde ahora. Desde precios de productos de primera necesidad, de consumo generalizado hasta algunos que pudieran considerarse ya como suntuarios, se disparan en estos días.

«Papel sanitario, detergentes y jabones, suavizantes para ropa, desodorantes, shampús, pañales desechables, aceites comestibles, pasta para sopas, atún en lata, fruta en lata, variedades de leche fresca y ultrapasterizada, quesos y carnes frías, carne de res y cerdo, frutas, verduras y hasta agua purificada o “de garrafón”, han subido de precio.

“¿A dónde iremos a parar?”, preguntaba Herlinda Zamora la mañana de ayer al realizar sus compras en un supermercado, haciendo notar que “lo que me costaba 550, 600 pesos a principios de año, ahora me cuesta 800, 900 pesos, y no llevo más que lo necesario para la semana; aparte tengo que pagar la carne o el pollo, las tortillas, el pan y la leche, diario.”

Recorrer los pasillos de los supermercados permite observar como los precios son elevados frecuentemente, o se utilizan artimañas para dar menos y aparentemente mantener los precios, como las botellas de detergente líquido de 750 mililitros –que un día eran de un litro-, o los envases con 850 y 900 gramos en detergentes, granos como frijol o leche en polvo.

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Algunas alzas de precio resultan realmente escandalosas, como los 900 gramos de arroz de la marca Valle Verde, que en enero costaba 15.90 pesos y en estos días se vende en 21.50 pesos, o el aceite de marca Sabrosano, que se vendía a principios de año en 16.80 pesos y ahora se ofrece en 24 pesos los 900 mililitros.

Es el caso también del champú de marca Caprice, que se vendía en botellas de a litro, en enero y febrero, en 24.90 pesos, pero que en estos días alcanza los 35.40 pesos.

¿Comer fruta es saludable? Sí, pero también es carísimo. En los supermercados de la cadena con mayor afluencia de consumidores, por sus precios más bajos, el durazno se vende en 49 pesos el kilogramo; la manzana amarilla, en 46.90 pesos; el kiwi, en 62 pesos, e incluso, los humildes melón, sandía y papaya se cotizan en estos días en 28, 19 y 26.90 pesos, respectivamente.

El jamón para la torta escolar se ha disparado también, alcanzando precios de entre 90 y 120 pesos el kilogramo de jamón de cerdo, y hasta 52 pesos ¡el cuarto de kilo! de jamón de pavo.

Se han disparado en el año los precios del queso Philadelphia, de 90 gramos, que pasó de 17:40 a 27.50 pesos; el queso panela La Villita, que se alzó de 25.40 a 38.90 pesos el envase con 400 gramos, o el queso tipo Oaxaca, que se vende con precios de entre 120 y 160 pesos el kilogramo.

“En comer se va todo el dinero”, comentó a su vez Raquel Meléndez, mientras comparaba los precios del agua embotellada, que en sus presentaciones de 19 litros pasaron, las marcas de mayor prestigio, de costar 38 pesos en promedio, a 45 pesos, “y en mi casa consumimos tres garrafones a la semana”.