El ISSSTE advirtió que la obesidad aumenta el riesgo de infecciones y es un factor que desencadena la formación de “súper bacterias” resistentes a medicamentos antimicrobianos, en especial a los antibióticos, por su abuso y uso incorrecto.

Para tratar de revertir este problema de salud pública a nivel mundial, el director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) Luis Antonio Ramírez Pineda dijo que se implementó una estrategia en las unidades médicas y hospitales para supervisar el óptimo funcionamiento de los Subcomités para el Control de Antibióticos, cuya responsabilidad es revisar que su prescripción sea adecuada, evitar el abuso, identificar las infecciones más frecuentes y reconocer resistencias a tratamientos para tomar las medidas pertinentes.

Indicó que estas acciones tienen el objetivo de disminuir el gasto innecesario en futuros tratamientos, hospitalizaciones, prevención de infecciones nosocomiales y evitar la exposición de personas a epidemias graves y de alta letalidad.

Sobre este tema, la infectóloga pediatra Jetzamín Gutiérrez Muñoz, informó que cada kilo de más en el cuerpo humano significa mayores riesgos contra la salud.

Explicó que el exceso de grasa e índice de masa corporal en personas obesas modifica el microbioma (bacterias naturales del cuerpo) y baja las defensas lo que incrementa la amenaza de infecciones.

Detalló que las personas con sobrepeso están expuestas a dosis de antibiótico altas; por otra parte, el excedente de grasa provoca que estos fármacos no se asimilen de manera correcta e incluso algunos antibióticos por su propia bioquímica se depositan más en el tejido adiposo, lo cual favorece que las infecciones se tornen cada vez más complicadas.

“Necesitamos una sociedad consciente de que la prevención es el mejor antídoto contra las enfermedades; personas dispuestas a cambiar sus hábitos para mantener su salud y mejorarla, es decir hacer ejercicio todos los días, disminuir su peso, bajarle al consumo de grasas, a la ingesta de calorías, harinas y bebidas azucaradas, para llegar a un balance porque todo funciona mejor en un organismo que está en su peso ideal”.

Advirtió que cuando un paciente no se toma los medicamentos en dosis, horarios y duración indicados por su médico, abre una oportunidad para que alguna cepa de la bacteria se autorreplique, multiplique y transfiera genes de resistencia.

Señaló que se debe estar consciente de que la industria farmacéutica en el marco de la iniciativa 20/20 impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para producir 20 medicamentos este año, ha sintetizado 18 moléculas nuevas o combinaciones para tratar diferentes tipos de bacterias potentes, pero no todas podrán combatirse.

De ahí la importancia de tomar medidas para disminuir el impacto de este fenómeno multifactorial, afirmó Gutiérrez Muñoz.