Ahora resulta que la derecha es feminista y la izquierda es conservadora. Esta columna es la última anterior al Paro del #9M y es la que pertenece al antiguo orden. Después del paro vamos a estar ante un nuevo paradigma en el que, si el Estado sigue confundiendo la demanda de las mujeres (que no del feminismo) del cese a la #ViolenciaDeEstado como una existencia real opositora, va a enfrentarse a que los resultados que se harán públicos un día después (el martes 10 de marzo), que sumarán el impacto cuantificado en dinero de lo que una iniciativa ciudadana como #UnDíaSinNosotras puede ser y costar, va a poner a las colectivas feministas en la punta de la lanza del cambio.

¿Qué puede pasar? Pues lo de siempre. Mesas de trabajo y de diálogo que serán llevadas a cabo desde el Estado para recabar información y demandas para llegar a vías de acción que sin duda serán: La recuperación de los centros de justicia y los refugios para mujeres. Esto para la atención de la violencia doméstica, antesala del feminicidio. Lástima que los refugios que no sobrevivieron la postura estatal de no apoyo económico no puedan ser salvados mágicamente por la voz del Estado. Esa red de apoyo que ya existía no reaparecerá porque de la nada el recurso se vuelva a poner a su alcance. Reconstruir es más difícil que construir de ceros. Tiempo vital que no es recuperable por un decreto presidencial o un visto bueno de Gobernación. Tiempo que las víctimas en riesgo no tienen.

Por cada uno de los muertos en nuestro país nos vamos a hallar ante una cola de personas que dependían del occiso que pasan a engrosar el número de víctimas. Huérfanos sobre todo que el Estado no puede ni quiere atender. Los daños colaterales que no llegan a ser encabezados en los medios. En el caso de Fátima la muerta fue una, pero las víctimas son 3 menores: los tres hijos de 7 5 y 3 años de los feminicidas que poco le importan a nadie. La visión del Estado que se niega a reconocer que ejerce violencia porque simplemente no lo puede ver: “La culpa de la muerte de Fátima fue el antiguo régimen Neoliberal”, que fue lo que la voz del Estado dijo y detonó la Furia Generalizada que llevó a que una convocatoria a #ParoNacional se convirtiera por primera vez en México en una respuesta en bloque de todos los sectores sociales abre la puerta a que esa situación se repita periódicamente hasta que el mismo Gobierno pueda y quiera responder de manera efectiva.

El presidente no se equivoca al decir que hay un riesgo golpista contra su gobierno. Se equivoca en señalar a la derecha opositora de ser quien está detrás de esto. El riesgo golpista es el orden económico mundial y su red de bancos que nutrimos con nuestros permanentes pagos de deuda. Si la economía de Estado llegara a ser tan frágil que dicha red de bancos sintiera amenazado su cobro periódico, no dudará en intervenir de manera subterránea con la creación de una solución que le garantice su inversión. El resultado de dicha maniobra nos llevaría a un momento histórico previo al Cardenismo, lo que sería un atraso apabullante del que no nos liberaríamos en siglos.

Las horas que 5 mañaneras y 2 días de giras le roban de tiempo efectivo de gobierno al presidente me parecen el peor error al que se ha llegado a 15 meses del presidente López Obrador en el poder. La Mañanera se me antoja un talk show donde el Ejecutivo pone a la VOZ DEL ESTADO a improvisar y sortear a la prensa dejándolo cada vez más expuesto. Si fuera un juego de ajedrez diría que el presidente se empeña en ser todas las piezas del tablero y no solo el Rey, que es el papel que le correspondería jugar. Es peón, alfil, reina, torre y caballo a la vez.

Lo pasado el domingo en Macuspana fue una pérdida de rumbo para López Obrador que nos deja claro que su interlocución con sus antiguas masas incondicionales ya no existe ni en la zona que le vio nacer. Discutir con una masa de personas descontentas como si se tratara de un papá regañón haciendo berrinche porque los menores de edad a su cargo que le deben obediencia ciega y de los cuales él tiene total poder de decisión, fue una postura humillante para un jefe de Estado como él. Su rostro desencajado, su discurso a gritos, su eterno expresarse desde su postura personal y no institucional me deja claro que la falta de tiempo invertido en realmente llevar un estado y no un programa de televisión que sale al aire 5 veces a la semana por 3 horas sumando que los fines de semana viaja por el país como si su campaña nunca hubiera terminado al llegar a la presidencia es preocupante no solo ante mí, sino ante los ojos del mundo.

La cantidad de huelgas que han estallado en la Nación y que no van a llegar a acuerdos que las resuelvan, entre ellas la de Notimex y las MAQUILAS, sumando al paro de mujeres, es un golpe brutal al PIB que debe mantener la ECONOMÍA MEXICANA. La falta de respuesta de inversores y la parálisis en mercados como el inmobiliario puede ser el verdadero peligro golpista y no los partidos opositores y mucho menos CALDERÓN Y MARGARITA que han recibido más crédito del que merecen.