Ciertamente las lecciones que dejará la pandemia no serán fáciles de asimilar ni tampoco inmediatas de aplicar, pero sin duda cambiarán la manera de actuar en el día a día de gran parte de la población mundial.

Atreverse a enfrentar el COVID-19 sin tapabocas, sin distanciamiento social, sin utilizar gel antibacterial no es cosa de valientes sino de inconscientes, porque en esta temporada de contingencia hacer la vida normal es anormal.

No importa la palidez que mostremos ni que el silencio del exterior nos haga despertar con sobresalto. Lo único que podemos hacer ante las condiciones actuales es acatar las medidas de seguridad y de confinamiento, no porque se trate de obedecer a la autoridad o que precisamente la medida sea una imposición sin sustento, sino porque es nuestra obligación personal y social cuidar nuestra salud, la de nuestros seres queridos y de quienes nos rodean, aunque no los conozcamos ni sepamos bien a bien quiénes son o a qué se dedican.

Quedarse en casa no es un castigo, es una oportunidad que tenemos para salvar la vida y sin embargo pareciera que algunos sectores sociales no lo entienden así y salen a la calle en grupo familiar cargando a los bebés, jalando a los más grandes de la mano con su confundida certeza de que esa diminuta amenaza no los va a alcanzar ni a introducir por sus vías respiratorias ni alojarse en sus pulmones porque es invento del gobierno o producto de una estrategia internacional entre las grandes potencias del mundo.

Así las cosas, el 2 de mayo pasado se publicó en el Periódico Oficial del Estado (POE) el acuerdo por el que se aplica de manera temporal y a partir de hoy el programa Hoy no circula en Hidalgo con el propósito de disminuir la movilidad que contiene una serie de acciones preventivas temporales y emergentes correspondientes a la fase tres de la emergencia sanitaria.

El acuerdo instruye a las secretarías de Movilidad y Transporte, Seguridad Pública, de Salud y a los servicio de salud en el estado a que se coordinen con los gobiernos municipales respecto a que los vehículos que circulan dentro del territorio estatal estarán sujetos a reducción conforme al último dígito de su matrícula, par o non.

De acuerdo con el calendario de restricción de movilidad, las placas que terminen en par no podrán circular el primer, tercer y quinto domingo del mes, así como los lunes, miércoles, viernes.

Las unidades con número de placa que termine en non, no podrán salir el segundo y cuarto domingo del mes, así como los días martes, jueves y sábado. De la misma forma se pide que en cada unidad viajen como límite dos personas.

Con base en el artículo 188 de la Ley de Salud para el Estado de Hidalgo, los conductores que no acaten recibirán una multa que consiste en un apercibimiento económico que va desde los 868.8 pesos, hasta la máxima de 43 mil 440 pesos, esto considerando la gravedad de la falta, condiciones socioeconómicas, entre otras consideraciones.

Las multas para el transporte público de pasajeros que no acaten las medidas de sanidad que ha implementado el gobierno del estado van desde los siete mil hasta los 11 mil pesos.

Entre las unidades que podrán circulan sin restricción son las de servicios de emergencia, Seguridad Pública, Bomberos, los que trasladen a personas con discapacidad, motocicletas, particulares en circunstancias de urgencia médica, los que trasladen personal de actividades esenciales que deberá portar identificación comprobatoria.

Ahora lo que nos corresponden es atender las disposiciones, para evitar que se nos multe.

 

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