Padecer Covid-19 es una experiencia muy angustiante para quienes tienen la mala fortuna de contagiarse, como le sucedió a Elena*, quien reconoce que aunque llevaba las medidas para evitar enfermarse, considera que en el transporte público, en la combi, o ante la proximidad de alguien enfermo, pudo haber contraído la enfermedad del coronavirus.

Recuerda que un miércoles 19 de mayo, se levantó normal y todo, pero comenzó a sentirse como con cuerpo cortado, muy débil, “es muy diferente al cuerpo cortado, pero para tener una idea, me sentía muy débil y me sentía con temperatura”.

Elena comparte que en ese día no se pudo checar la temperatura, sino hasta dos días después, “yo lo que hice en cuanto me sentí mal, fue avisar a mi jefe y llamar a mi doctora particular por teléfono, le dije mi situación, “en su momento no me dijo nada, solamente me prescribió algunas medicinas, fue Paracetamol porque yo tenía un dolor de cabeza muy fuerte, y sentía como si tuviera temperatura, pero como no me la podía medir, no sabía bien cuánto tenía. Entonces me recetó paracetamol y un medicamento en una pastillas efervescentes que es como cuando te da gripa”.

Elena refiere que le recomendaron no salir en 5 días, pero al tercer día ella no notaba ninguna mejoría, por lo que al llegar el viernes, ella ya contaba con un termómetro para revisar su temperatura, pero le marcaba que andaba entre 35 y 36, aunque seguía sintiéndose con fiebre, “lo que no se me quitó en esos días fue dolor de cabeza, de cuerpo adolorido y el sentir que tenía mucha temperatura eso no me dejaba”.

Al notar que la cosa no iba bien, volvió a llamar a su doctora y le dio un antibiótico, pero al preguntarle que sospechaba, la doctora le dijo que tenía Covid leve, a lo cual reaccionó con extrañeza, pues desconocía que la enfermedad de Covid tuviera intensidades, “y es que uno cree que cuando te dicen que te da Covid, quiere decir que casi casi estás hospitalizado. Y yo así de ¿qué hago? ¿Ahora qué pasa?”.

La doctora le dio un antibiótico, pero Elena decidió llamar al 911 ese mismo viernes, les explicó, y como había dicho el gobernador, la pasaron con una doctora, quien la revisó mediante una videoconsulta, quien al observarla, emitió el diagnóstico de Covid, en forma leve, porque no presentaba tos ni escurrimiento nasal. La doctora del Operativo Escudo le suspendió un medicamento que le había dado su doctora particular, y solo la dejó con el paracetamol y el antibiótico.

Elena menciona que no curso tanta fiebre, aunque ella todo el tiempo sintió que tenía más. Llegó el domingo y seguía sintiéndose mal, aunque con una muy ligera mejoría, pero no del todo, porque el dolor de cabeza siempre lo tuvo, y esporádicamente presentaba tos. Así de nuevo marcó al 911 en domingo y le dijeron que en realidad debía acudir a un hospital pues solo la habían atendido por teléfono y nunca en persona, y un doctor necesitaba checarla.

“La verdad con todo el miedo del mundo, me mandaron al hospital Covid que se instaló en la avenida Madero, enfrente del Parque Pasteur, donde la verdad me atendieron rápido, pues solo dos personas me antecedían, me checó primero un enfermero, me checó presión arterial, peso y los signos vitales normales, y me pasaron con el médico, quien me hizo la prueba para conocer mi saturación de oxígeno, y el oxímetro marcó 94, estaba en un rango de 94 a 96. El doctor me explicó que a partir de que tienes de 90 para abajo, ya representa un riesgo, que es para que si no te hospitalicen, pues al menos si te hagan otras pruebas”.

Afortunadamente su rango no implicaba que tuviese alguna obstrucción para respirar, por lo que el médico le dijo que el Covid lo presentaba leve, le dio otro medicamento, aunque Elena comenta que el paracetamol todo el tiempo lo estuvo tomando. Además, le dio la indicación que debía estar encerrada otros 14 días más, con la indicación de que en el momento que notara coloración azul en los dedos o tuviera dificultad para respirar, era motivo para acudir al hospital.

La recomendación fue que tomara muchos líquidos, tomara verduras, agua de limón, naranja, muchos cítricos, “así que me regresé a mi casa y estuve los 14 días más aislada. Gracias a Dios, como para el miércoles ya me sentía mejor. Ya no me dolía la cabeza ni me sentía con temperatura. A los 14 días volví a llamar al 911 para que me dijeran si ya podía salir o qué debía hacer, pero la doctora me dijo que por protocolo, pedían que estuviera 21 días encerrada, así que me aventé una semana más”.

“Gracias a Dios creo que todo salió bien. Ya me recuperé y me dijeron que tenía que tener precaución al salir, como nos han dicho, salir para lo básico y regresarme, porque me volvía a poder a dar la enfermedad”.

Elena reconoce que lo más difícil del Covid es afrontarlo a nivel psicológico, “creo que esta enfermedad lo que más te pega es en lo psicológico, primero pues porque sí, obviamente no puedes estar cerca de nadie, estar aislado, y yo vivo sola, entonces pues sí, muchos amigos y familia me ayudaron con el apoyo de la despensa, ‘qué necesitas, necesitas que se te pague algo’, cosas así. Era que me dejaban las cosas en la puerta de la casa y yo nada más veía cómo se iban”.

Considera que a diferencia de mucha gente, que les pasan el caldito o la comida, para ella le fue más complicado, pues tener qué comer cuando no tenía ganas, de todos modos debía hacerlo, porque sabía que si no lo hacía, se iba más para abajo.

“Ade3más, el que todos están así como en shock, toda la familia y amigos cercanos, que te preguntan, ‘oye, y cómo te sientes’, e incluso me ha pasado que un amigo que está en Zacualtipán, me llamó y me dijo, ‘yo me siento así, así y así. ¿Será que tengo? Como no soy doctora, le pedí que no se sugestione y que mejor consultara a un doctor. A mi los doctores me dijeron que si uno tiene tos y no puedes respirar tienes Covid, pues los doctores en el camino han conocido cual es el comportamiento de esta enfermedad y sus síntomas más graves. No poder respirar es el signo más grave”.

Elena admite que la familia se preocupó por que ella se recuperara y estuviera bien y que ellos nop se contagien, “reitero, en lo psicológico es en lo que más pega, porque extrañas el abrazo, el apapacho, tan solo cuando te soben la panza, cuando te sientes mal, que te atiendan y que te pongan una razada”, bromea y añade, “creo que hay que hacer conciencia de esta situación, pues es algo que es nuevo para todos, tanto para los doctores como para nuestras familias y la prioridad es cuidarse. Cuidarse uno para cuidar a los demás. Gracias a Dios la libré, y cuando pude salir del encierro, dije ‘¿y ahora a dónde salgo?’. Es así como que te da miedo salir. Ahora uso guantes, cubrebocas, trato de no tener contacto con la gente”.

Elena estima que pudo haberse contagiado en alguna combi, pues una semana antes de sus síntomas, empezó a usar el transporte público, pues trabajaba desde casa, por lo que cree que pudo haber sido ahí. Además, considera que mucho tiene qué ver con el estado de sus defensas, por lo que agradece que haya sido leve, “uno vive esa angustia de que no te sientes bien y estas solo”.