Pese a lo que se diga y haga respecto a las medidas de seguridad para controlar la pandemia del Covid-19 en el estado, hay actividades sociales como la política que comienzan a ganar terreno al miedo y precauciones que se puedan tomar para frenar el avance de la pandemia en la entidad donde a pesar de las circunstancias de contagio y decesos pareciera que la enfermedad ha comenzado a pasar a segundo término y de manera muy rápida.

La efervescencia que ha desatado la elección de presidentes municipales y en general los integrantes de los 84 ayuntamientos, ha hecho que muchos de los involucrados, entre partidos políticos, aspirantes a ediles, regidores y síndicos, han dejado a un lado lo que sucede con la pandemia y se han dedicado no solamente a salir sino también hacer todo tipo de llamados para la presencia mediática a saber que son estos momentos los cruciales para ser tomados en cuenta y poder lograr así sus objetivos personales, de partido y sobre todo de grupo.

A pesar de la resistencia que hay aún en gran parte de la población por hacer a un lado las principales medidas de seguridad sanitaria como el uso de cubrebocas, mascarillas, de gel antibacterial, así como la sana distancia, en esta efervescencia política, son los actores involucrados, los que pareciera que han olvidado no solamente de su seguridad sino de quienes los rodean, por lo que puede darse un reporte en el número de contagios y eso mantenga al estado por más tiempo en semáforo rojo.

Y es, precisamente esa emoción política lo que puede hacer que el estado se mantenga en los niveles negativos para que por más tiempo se tengan que aplicar medidas como las actuales, de cuarentena, de no poder realizar la mayora de actividades con mayor normalidad y sobretodo de vivir con el temor de un contagio, sino de manera directa por quienes han respetado las reglas, sí por quienes de alguna manera tienen como principal objetivo sus carreras políticas.

Es por eso, que en la medida en que avance el tiempo rumbo a la elección programada para el 18 de octubre del año en curso, se teme que haya una mayor actividad totalmente fuera de las reglas marcadas por los organismos electorales respecto a las medidas sanitarias que se tienen que aplicar en todo momento y por todos los actores, para contribuir de esa manera a que a la brevedad posible de puedan retomar las diferentes actividades para reactivar la economía del estado y el país, donde ya es más que urgente que se regrese a la normalidad, pero eso solamente será posible con la participación decidida de todos los sectores de la población.

Sin embargo, en estos momentos y en los meses siguientes hasta que termine la emoción electoral, la gran mayoría de la población susceptible o no, afiliada o no a cualquiera de los once partidos en la contienda o seguidor o no de los candidatos independientes, no le queda más que esperar paciente o impacientemente lo dé como resultado este proceso de elección de las autoridades municipales.

Lo que realmente se espera de esta elección local, es que todas y todos lo que resulten electos, es que cumplan con todo lo que ofrezcan y lo que les solicite la ciudadanía ya que de lo contrario se va a caer de nueva cuenta en ese círculo vicioso de unos representantes populares que además de no cumplir con las expectativas, se alejen de sus gobernados y que al final queden como hasta el momento, en peores condiciones de todo aquello que criticaron y en lo que se abanderaron para poder lograr el apoyo popular, y obviamente que no se incremente el número de contagios del Covid-19 y mucho menos de personas que pierdan la vida a causa de esta pandemia.