¿Qué sentido te hace saber qué el origen de tus elecciones determina el éxito y la satisfacción de estas?…

En las diferentes áreas de tu vida, continuamente estás eligiendo, tanto, que dicen que “aún cuando no eliges esto mismo es una elección”…

Inevitablemente eliges: eliges tu ropa, cuidar o no tu salud, eliges a tu pareja, la influencia que ejerce en ti la gente que te rodea, eliges si te levantas a tiempo o se te hace tarde, si disfrutas el café de la mañana… despertar agradeciendo o renegando, la actitud que asumes ante la vida, la de todos los días… incluso, ¡eliges tus pensamientos y hacia a donde diriges gran parte de tu energía!

Entre tus elecciones están las dinámicas que estableces y mantienes contigo y con las personas de tu entorno, eliges darle vida a tu relación de pareja o adaptarte a la infelicidad de la misma.

Obviamente, hay situaciones en las que no tenemos control, por más que te esfuerces, te sacrifiques o sufras, si tu pareja no comparte contigo el deseo de permanecer juntos o nutrir la relación es muy poco lo que puedes hacer, y a pesar de esto,, hay posibilidad de elegir: quedarte o irte, sufrir o procesar y superar.

Al final, casi todo se reduce a tu posibilidad para decidir, determinar y concretar lo que te propones.

Viktor Frankl decía que, “la más íntima de las libertades humanas, lo que nadie nos puede arrebatar, es la libertad de elegir cómo respondemos ante lo que nos pasa”, y así es, no podemos controlar lo que ocurre alrededor nuestro, ni las decisiones, actos u omisiones de otros, sin embargo, indudablemente podemos elegir cómo responder y que hacer con lo que nos pasa.

Y para esto, es importante también saber desde dónde se elige: ¿desde el miedo? ¿El amor propio? ¿La seguridad?, ¿desde el altruismo?… ¿desde donde elegimos?

Si la pareja que tienes es una elección desde el miedo a la soledad, imagínate la dinámica de la relación, o si es desde el miedo o la dependencia… tal como hace la diferencia si tu elección de pareja es desde el amor propio, la libertad y la plenitud.

Si el cuidado que das a tu organismo es elegido desde el amor propio los beneficios serán completamente diferentes a si provienen del autorechazo.

¿Te das cuenta? No solo podemos y tenemos derecho a emplear la respuesta más sana ante lo externo, igualmente podemos y es necesario aprender a leernos, saber de dónde provienen las decisiones y las renuncias que realizamos.

Y así cambiar lo que sea conveniente, ¿por qué? Porque puede ser que no hayas considerado que lo que obtienes está influenciado por el origen de tus elecciones.

¿Qué le va bien a tu vida? Abrazarte a la aitoresponsabilidad, ser consciente de cómo te estás tratando, de porque estableces la dinámica que tienes en tus relaciones, de la razón de tratarte cómo lo haces, de hacer cada elección desde un lugar sano, seguro y responsable para ti, en beneficio de tu salud física y mental, para enriquecer tus vínculos, renunciar a lo que no le va bien a tu vida, a tu tranquilidad…
Si ahora mismo consideras qué hay algo que cambiar, si llevas tiempo sintiendo frustración, tristeza, apatía, enojo… busca la relación que estas emociones tienen con lo que has elegido, si depende de ti, cámbialo, si no es así, recuerda la libertad de la que hablaba Viktor Frankl, también eres tú quien decide cómo reaccionar ante aquello que sucede.

Y decide qué y cómo continuar tu vida, de la mejor manera posible.

Ojalá, elijas quererte y hacerte cargo de tu bienestar, darle sentido a tu vida y disfrutar de ella, a pesar de lo que no esté en tus manos cambiar.
Que no se te escape la vida sin vivirla, sin moldearla y adaptarte… Nada es para siempre, la tristeza tampoco, así que elige ¡vivir!

¿Lo pensé o lo dije?
@Lorepatchen
Psicoterapia en línea
Conferencista
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