Se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, con el lema “Acción a favor de la salud mental: invirtamos en ella”.

Pacientes y ex pacientes de CIJ dan su testimonio de recuperación. A nivel mundial el acceso de las personas a servicios de salud mental de calidades muy limitado.

En los países de ingresos bajos y medios, más del 75 por ciento de las personas con trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias no reciben tratamiento para su afección, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, la estigmatización, la discriminación y las violaciones de los derechos humanos siguen siendo generalizadas. Este 10 de octubre, el Día Mundial de la Salud Mental se conmemoró con el lema “Acción a favor de la salud mental: invirtamos en ella”, a fin de concientizar acerca de la imperante necesidad de destinarle más recursos.

En México, de acuerdo con el Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud Mental, el suicidio representa la segunda causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años de edad. Se han documentado que las principales causas que llevan a las personas a atentar contra su vida son: estrés 39 por ciento; problemas emocionales 26 por ciento; pensamientos dañinos 14 por ciento; crisis 15 por ciento; violencia 4 por ciento; y uso de sustancias 4 por ciento. Asimismo, se estima que 70 por ciento de quienes se quitaron la vida padecían algún trastorno de salud mental.

En ese sentido y ante las repercusiones en la salud mental que ha tenido la pandemia porCOVID-19, Centros de Integración Juvenil (CIJ) amplió sus servicios de atención; ahora no sólo se atiende a usuarios de drogas, sino a población en general que solicita apoyo psicológico.

Asimismo, ha reforzado sus líneas de acción, principalmente alertar e identificar conductas de riesgo, promover estrategias de autocuidado, proporcionar atención psicosocial a personal de salud y capacitar a todos los involucrados en las respuestas de apoyo psicosocial para la población más vulnerable.
En sus 120 unidades en todo el país, atiende de manera presencial y a través de medios virtuales a personas de todas las edades. De abril a septiembre de 2020, CIJ ha recibido 21 mil 200 llamadas para solicitar acompañamiento psicológico a través de las líneas telefónicas y mensajería por WhatsApp; 57 por ciento son mujeres y 40 por ciento hombres, con una edad promedio de 35 años; las solicitudes más recurrentes son por episodios de violencia o para referir trastornos de ansiedad y estrés agudo.

En cuanto al consumo de sustancias adictivas, a nivel nacional cada año CIJ atiende a 10 millones de personas en acciones de prevención y a más de 115 mil pacientes y sus familiares en tratamiento y rehabilitación.

Su Sistema de Información Epidemiológica reportó que durante el primer semestre de 2020 más de 8 mil 500 personas solicitaron tratamiento por primera vez debido al uso de drogas.

La mayoría de los usuarios tiene entre 15 y 29 años de edad; los hombres solicitan más atención que las mujeres, con una proporción de cuatro hombres por cada mujer. El día de hoy, en conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental,CIJ llevó a cabo su “Reunión nacionalde pacientes, ex pacientes y familiares”, en la cualse expusieron testimonios como este:Edna, ex paciente de la Unidad de Tratamiento para Usuarios de Heroína en Ciudad Juárez, tiene 32 años y lleva cinco años de abstinencia. Relata que inició el consumo de cocaína y mariguana a los 19 años de edad, por la influencia de su novio; explica que se sentía muy ansiosa y deprimida, por lo que decidió usar heroína. “En cuanto comencé a consumir la sustancia, supe que no iba a parar fácilmente.

Perdí la escuela y el contacto con mi familia. En ese tiempo tuve un hijo que nació con síndrome de abstinencia, estaba sola, no tenía dinero ni trabajo, únicamente me dedicaba a consumir. Llegué a Centros de Integración Juvenil y ahí me dieron una atención especializada, tanto médica como psicológica. Eso era lo que yo necesitaba. Ahora ya tengo tres años trabajando y he vuelto a ver a mi madrey a mis hijos; trato de llevar una vida normal, tengo mis altibajos, pero definitivamente me siento diferente y más tranquila, aunque sigo lidiando con mis problemas de ansiedad.