En breve se conmemorarán los 500 años de la caída de la Gran Tenochtitlán, la Venecia de las indias, nuestra CDMX. Esto con motivo de los 500 años de la Conquista, pero para el 20 de julio de 2025 tenemos algo mucho más importante que celebrar y conmemorar: La fundación de lo que fue la ciudad más importante de América del Norte, la gran ciudad de Tenochtitlán, donde nace México como nación y el Ombligo del Mundo.

¿Por qué el 20 de julio de 2025? Porque para medir el tiempo de manera correcta no bastan los calendarios sino ver los fenómenos astronómicos, ver el cielo y su ubicación solar sobre el lugar exacto donde los pueblos vieron descender el águila para cumplir su profecía de dejar de ser una tribu nómada y fundar su gran ciudad.

Esto es bien conocido como la peregrinación de Aztlán (lugar de garzas) ubicado en Nayarit, hasta la ahora CDMX y entonces el islote donde vieron al sol posarse sobre un nopal y no dar sombra, momento del solsticio de verano exactamente, y se traduce el sol en la figura del águila. La serpiente puede ser simplemente un símbolo que significa la tierra y el que de ella tendrían sustento ya que el lugar proveería su alimento y donde podían al fin asentarse.

Surge así el imperio más poderoso de Mesoamérica y que ahora con este VII Centenario da a los pueblos originarios de toda la mancha urbana la oportunidad de reclamar su espacio y origen, su lugar y linaje con una celebración que los redignifique y vuelvan a ocupar su lugar en el mapa de la sangre que nos dio origen y que nos da cuna culturar y étnica a la mayoría de los mestizos que somos los mexicanos.

Es bien conocida la leyenda que los Mexicas salieron de Aztlán con la misión de que donde vieran al águila posarse sobre un nopal devorando una serpiente se tendrían que detener y fundar ahi su pueblo, tomar esa ubicación geográfica para cuna de lo que finalmente sería una ciudad que llegó a contar con los servicios más adelantados durante sus casi 3 siglos de dominio sobre los pueblos. Donde vivía el emperador o más bien gran tlatoani o huei tlatoani y desde donde todo el comercio florecía.

Con su derrota en 1521 y caída, se convierte en la ciudad de los conquistadores, sus templos, edificios y palacios se destruyen para transformarse en piedras de tipo colonial y es lo que es ahora nuestro centro histórico a reserva del museo del Templo Mayor que se recupera en la segunda mitad del siglo XX y uno que otro detalle arqueológico por ahí.

Surge la ciudad de México capital y centro del proto gobierno de Hernán Cortés, posteriormente regida por la Real Audiencia y finalmente instituida como Virreynato con en primer Virrey de Mendoza y los que lo sucedieron hasta la Independencia.

Resulta de capital importancia resignificar quiénes somos los mexicanos de manera homogénea tanto nahuas como mexicas, como criollos como mestizos como whitexicans; como afromexicanos, y ese origen nos lo da esta oportunidad de celebrar lo que fuera el gran orgullo de ser el desarrollo urbanístico más avanzado e importante de todo el eje de gobierno de hace cientos de años y cuyo centralismo sigue vigente en nuestro país.

Los 700 años de la Fundación de Tenochtitlán nos pueden hermanar como ninguna otra fecha de aniversario en el calendario de la historia del ombligo del mundo que somos los chilangos y su mancha urbana. Esta es una invitación que nos hace el Sol, el Águila, de volver a su posición que le dio origen para que formemos un camino en común todos los pueblos con todos los que aquí y en toda la república convivimos como el gran pueblo que formamos, todos con nuestra particularidad y diversidad, pero todos compartiendo la misma frontera y usando su misma tierra delimitada por mapas que se han visto modificados una y mil veces pero que no nos han quitado el ser mexicanos.